Google y Microsoft disparan sus emisiones contaminantes por la inteligencia artificial

El consumo eléctrico y la huella de carbono de los centros de datos que requiere esta tecnología multiplica un 66% las emisiones de Google desde 2020 y un 30% las de Microsoft

Si la inteligencia artificial bebe tanta agua, ¿cómo brotan sus centros de datos en la España seca?

Google y Microsoft están en medio de una carrera por lograr la dominación de la inteligencia artificial. Su competición está teniendo un grave coste medioambiental para el planeta. En 2023, entre ambas emitieron a la atmósfera 29,7 millones de toneladas de dióxido de carbono y otros gases contaminantes. Es casi un 30% más que las cifras que registraron durante la pandemia, cuando sus cifras de consumo energético se vieron afectadas por lo más duro de los confinamientos y la digitalización forzada por el virus.

El aumento de sus emisiones contaminantes aleja a las dos multinacionales de sus objetivos de descarbonización. Tanto Google como Microsoft se comprometieron a comienzos de esta década a dejar a cero sus emisiones de gases de efecto invernadero para 2030. Ambas reconocen ahora que la IA ha trastocado esos planes por su enorme consumo energético, pero también por la gran huella de carbono a los centros de datos donde se entrena y ejecuta cada uno de estos sistemas.

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