Dinamarca decide si extradita al antiballeneros Paul Watson a Japón, donde le amenazan con hasta 15 años de cárcel, un mes después de que miembros de Just Stop Oil fueran condenados a prisión en Reino Unido y a la espera de la sentencia a las ecologistas que echaron sopa sobre el cristal de un Van Gogh
El arresto de un famoso activista contra la caza de ballenas buscado por Japón pone a Dinamarca en un aprieto
Lenta, pero inexorablemente, la mano dura contra acciones de protesta ambiental va cayendo cada vez más pesada –lo que implica castigos penales gruesos– sobre los ecologistas.
En este contexto, este miércoles 4 de septiembre debe darse a conocer si Dinamarca extradita a Japón , para que afronte allí un juicio por delitos penados en ese país con hasta 15 años de cárcel. Watson fue arrestado en Groenlandia el 21 de julio. Algunos días antes, un juez británico condenaba a penas de cuatro y cinco años de prisión a cinco personas que cortaron el tráfico de la autovía más concurrida del Reino Unido. El mismo magistrado avisó a finales de ese mes a las dos activistas que ensuciaron el cristal protector de que debían prepararse “práctica y emocionalmente” para acabar entre rejas. La pena concreta se conocerá este septiembre.