El magistrado pide al pleno que acepte su abstención en las deliberaciones sobre la cuestión de inconstitucionalidad que presentó el Tribunal Supremo contra la ley de amnistía el pasado mes de julio
El Supremo lleva la ley de amnistía al Constitucional: “Establece un tratamiento desigual en función de la ideología”
El exministro y magistrado del Constitucional, Juan Carlos Campo, ha anunciado que se aparta de las deliberaciones del tribunal relacionadas con la ley de amnistía. Campo ha pedido al pleno que acepte su abstención en el caso de la cuestión de inconstitucionalidad planteada por el Tribunal Supremo contra la norma, alegando que tiene un “interés directo o indirecto” en la causa y que debe apartarse para actuar con imparcialidad como magistrado.
La abstención de Campo ahora debe ser aceptada por el pleno, que la semana que viene afrontará su primera reunión después de las vacaciones de verano. Uno de los asuntos que estará encima de la mesa en sus primeras fases de tramitación será la cuestión de inconstitucionalidad que la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo presentó contra buena parte de los preceptos de la ley de amnistía aprobada a mediados de año.
Un escrito del pasado mes de julio en el que la sala segunda, que sentenció y condenó el procés y se opuso también posteriormente a los indultos, cargaba con dureza contra la medida: “Establece un desigual tratamiento de los delitos cometidos y sus autores exclusivamente determinado en función de su ideología o de sus propósitos políticos”, explicaba la sala.
Esta cuestión de inconstitucionalidad es, por el momento, la única presentada por un tribunal ante el Constitucional contra la ley de amnistía, aunque varias administraciones presididas por el Partido Popular han anunciado también la interposición de recursos ante el tribunal de garantías.
Juan Carlos Campo ha alegado en su propuesta de abstención que tiene un “interés directo o indirecto en el pleito”, invocando también los artículos de la normativa del Constitucional que insta a sus magistrados a trabajar “de acuerdo con los principios de imparcialidad y dignidad”.