Un exconcejal de Arroyomolinos se presentó en el cuartel el pasado julio con una caja que contenía 14 agendas de los años en los que Ana Millán y su familia ingresaron más de 200.000 euros de un empresario que obtuvo más de 600.000 en contratos adjudicados por la actual vicesecretaria de Organización del PP madrileño
La testigo clave contra la ‘número tres’ de Ayuso en el PP: “Millán se reunía a solas con el empresario, nadie podía entrar”
Un hallazgo inesperado promete impulsar la investigación a Ana Millán, antigua alcaldesa de Arroyomolinos y número 3 de Isabel Díaz Ayuso en el PP de Madrid. El pasado 3 de julio, un antiguo concejal de la localidad se presentó en el cuartel de la Guardia Civil y entregó una caja con agendas encontradas en 2015 en el despacho que acababa de desocupar Millán y que se corresponden con los años en los que la actual vicesecretaria de Organización del PP madrileño concedió contratos públicos a un empresario que ingresó más de 200.000 euros a su hermana, su marido y a ella misma por distintos conceptos.
Por esos pagos, presuntamente a cambio de los contratos públicos, una jueza de Navalcarnero acusa a Millán de cuatro delitos de corrupción. Pese a que sobre ella pesaba la imputación desde marzo de 2022, Díaz Ayuso eligió a Millán en 2023 para que ocupara un puesto destacado en la lista del PP a las últimas elecciones autonómicas. La elección de Ana Millán como diputada autonómica ha obligado a que la magistrada de Navalcarnero se inhiba en favor del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, ante el que Millán ha pasado a estar aforada.
La caja con la documentación, que ya ha sido incorporada a la causa que sigue el TSJM, contiene 14 agendas, correspondientes a todos los años comprendidos entre 2004 a 2012. Hay tres cuadernos más con anotaciones y 13 archivos en formato CD. A la espera de su análisis y las conclusiones que alcancen los investigadores cabe destacar que la causa judicial contra Millán procede del hallazgo de un correo electrónico con un empresario que el equipo de gobierno que sustituyó al PP en 2015 encontró al entrar en el Ayuntamiento.
Tras cuatro años de pesquisas, una jueza de Navalcarnero concluyó el pasado junio que la investigación desarrollada arrojaba indicios de tráfico de influencias, cohecho, prevaricación y fraude a la administración pública por parte de Ana Millán y el empresario Francisco Roselló. La Guardia Civil ha remitido ya la documentación al Tribunal Superior de Justicia de Madrid, que ha designado al magistrado Francisco José Goyena para que decida si sigue adelante con la imputación a Millán ahora que es diputada y vicepresidenta de la Asamblea de Madrid.
Entre 2008 y 2016, las sociedades de Francisco Roselló ingresaron un total de 214.638,45 euros a Millán, su hermana y su marido. A la entonces concejala, Roselló le pagaba en concepto de alquiler por un ático de su propiedad casi el doble del precio de mercado. Por otra parte, la hermana y el entonces novio de Millán fueron contratados en diferentes periodos por sociedades del empresario, que obtuvo en el mismo periodo más de 600.000 euros de contratos públicos procedentes de la Concejalía que dirigía la imputada.
La tormenta de junio
Una tormenta este verano es la causante de este giro en la investigación. O al menos ese el arranque del relato ante la Guardia Civil del exconcejal de Arroyomolinos que acudió al cuartel con la caja, cuyo cartón se aprecia deteriorado. Las lluvias habían provocado a finales de junio una inundación en el garaje de su antiguo compañero y amigo Andrés Martínez Blanes, quien fue alcalde de Arroyomolinos por Ciudadanos entre agosto de 2018 y junio de 2019, y que en 2020 se sumó al Gobierno de Ana Millán tras la ruptura del PP y Vox. Hoy, Martínez Blanes, tras la debacle de Ciudadanos, disfruta de su jubilación.
Durante la limpieza del lugar, el ex alcalde habría reparado en una caja que resultó guardar la documentación. El 3 de julio, el antiguo concejal José Vicente Gil Suárez, ex compañero de Ciudadanos y también después miembro de equipo de Gobierno de Millán hasta su jubilación, se presentó a media mañana con la caja en el cuartel de Arroyomolinos. Ante los agentes, Gil Suárez ofreció la versión de la tormenta, el garaje y el hallazgo casual, y añadió que se había ofrecido a ser él quien entregara a los investigadores el hallazgo de su amigo y ex compañero Andrés, quien tenía un viaje organizado a la costa alicantina.
Gil Suárez aseguró los guardias civiles que “dicha caja había sido extraviada tras haber sido entregada por el concejal Juan Carlos García González al ex alcalde Andrés Martínez Blanes”. El ex alcalde y el concejal Gil Suárez ya no están en política pero Juan Carlos García González continúa siendo concejal, en representación de una candidatura local que gobierna Arroyomolinos junto al Partido Popular.
Las 14 agendas encontradas corresponden a los años que van desde el 2004 al 2012. Una por año excepto las de 2007, que son tres, y las de 2008, 2009 y 2011, que cuentan cada uno con dos agendas. Los investigadores prestarán especial atención a las dos agendas de 2008. Ese año, Millán comenzó a ingresar de una empresa de Roselló por el alquiler de un ático de su propiedad en el centro de Arroyomolinos. Y durante ese 2008, Roselló contrató por primera vez a la hermana de la concejala, trabajadora social, y al que era por aquel entonces su novio, ahora marido y pequeño empresario de la noche y al que el empresario habría pagado por su trabajo como bedel de un colegio.
Precisamente, a esa actividad en la “hostelería” y “el mundo de la noche” atribuyó Ana Millán en su declaración como investigada ante el Juzgado de Navalcarnero el ingreso de 52.950 euros en metálico en el banco entre 2008 y 2017 que llamó la atención de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil. Según Millán, su marido tenía ingresos en metálico que a ella no le gustaba guardar en casa. Millán, aupada por Ayuso a vicesecretaria de Organización, dejó la Alcaldía de Arroyomolinos en junio de 2023 para centrarse en su cargo de diputada autonómica y vicepresidenta de la Asamblea y número 3 del PP madrileño.
Tres políticos y una caja
Para explicar el trasiego de las agendas desde el despacho de Ana Millán al cuartel de la Guardia Civil hay que recurrir a la historia reciente de Arroyomolinos y el carácter cambiante de su política local. En el relato ante los agentes aparecen dos protagonistas de esa políticas hasta hace algo más de un año: el dueño de garaje, Andrés Martínez Blanes, y su amigo Vicente Gil Suárez, quien acude al cuartel. Pero hay un tercero, quien en su día entregó a Martínez Blanes la caja y que hoy sigue siendo concejal, Juan Carlos García González.
Los tres fueron formaron parte del equipo de Gobierno que desalojó al PP del Ayuntamiento de Arroyomolinos en 2015. La ciudad madrileña, protagonista de un crecimiento demográfico notable en la década pasada, apostó por Ciudadanos y la entonces concejala Millán y el resto del Ejecutivo local del PP pasaron a la oposición. Los tres ex concejales de Ciudadanos integraban la lista de firmantes de la la denuncia presentada de 2016 ante la Fiscalía Anticorrupción, origen del caso Millán.
Cuando presentaron la denuncia hacía tres años que había arrancado el caso Púnica. Lo que Ciudadanos encontró en tres bolsas de basura, de las que el equipo de Millán se intentaba deshacer, les pareció que conectaba con una de las líneas de investigación del mayor caso de corrupción del PP en la Comunidad de Madrid.
El caos judicial del caso Púnica motivó que la Audiencia Nacional tardara cuatro años en pronunciarse. En 2020, el juez Manuel Manuel García Castellón concluyó que los presuntos vínculos del Consistorio con la trama investigada estaban prescritos, pero no así los indicios de que la entonces concejala Millán había beneficiado al empresario Francisco Roselló. El juez derivó los indicios a un juzgado local y así arrancó el caso Millán.
En 2019, el PP había recuperado el gobierno de Arroyomolinos, ya con Ana Millán al frente. Pero el acuerdo con Vox se quebró en 2020 y Millán recurrió a sus antiguos adversarios. El dueño del garaje, Andrés Martínez Blanes, y el ex concejal que acudió al cuartel con la caja, Vicente Gil Suárez, fueron concejales de Urbanismo y Hacienda, respectivamente, con Ana Millán hasta las últimas elecciones.
Martínez Blanes había sido antes alcalde durante diez meses. Sustituyó a su compañero de Ciudadanos Carlos Ruipérez, quien fue imputado en un caso de corrupción y tuvo que dimitir. Con el tiempo, Ruiperez fue exculpado. Martínez Blanes duró en el cargo lo que tardaron en llegar las elecciones de 2019, en los que se impuso el PP con Ana Millán al frente. Con el tiempo se incorporaría al gobierno de Millán.
elDiario.es se ha puesto en contacto con los Juan Carlos García González, Andrés Martínez Blanes y José Vicente Gil Suárez. El primero de ellos, García González, que sigue de concejal en un gobierno de coalición con el PP, asegura que no sabe qué contienen las cajas, pese a que sus compañeros describen su papel como muy activo en la confección de la denuncia de 2016 ante Anticorrupción, fruto de la documentación incautada a Millán.
José Vicente Gil Suárez dijo a la Guardia Civil que García González entregó la caja a Andrés Martínez Blanes durante los diez meses que este fue alcalde. Según ha explicado a este periódico, la denuncia por el caso Púnica ya estaba presentada y aquellos papeles parecían entonces irrelevantes. En aquel momento desconocían que su verdadero interés no residía en la relación de Arroyomolinos con el empresario Juan Luis Huerta, imputado en la Audiencia Nacional y ya fallecido, sino en la relación de Millán y el empresario Roselló.
De ahí que, según la versión de Gil Suárez que corrobora Martínez Blanes, este recibió la caja y la guardó en su casa, sin darle mayor importancia. De acuerdo a este relato, los indicios contra Millán que se han conocido en estos últimos dos años no hicieron a ninguno de ellos pensar en la caja con las agendas, hasta que las lluvias y la inundación del garaje motivó que el ex alcalde Martínez Blanes se topara con ella.