Reforzar las medidas de seguridad en la costa sin ofrecer un mecanismo viable para obtener asilo no garantiza la reducción del número de llegadas y hace más peligrosas las travesías
Al menos 12 migrantes muertos en otro naufragio en el canal de la Mancha
Este martes, se repitió la sombría escena de cadáveres en bolsas descargados de las embarcaciones de búsqueda y rescate, a la vista de reporteros en la zona. Una vez más, los ministros de los gobiernos británico y francés expresaron su horror ante este nuevo ahogamiento multitudinario de personas que trataban de alcanzar el Reino Unido.
Según las ONG que trabajan con los solicitantes de asilo, las políticas de los dos gobiernos podrían estar aumentando involuntariamente las muertes de personas que buscan una vida mejor en el Reino Unido. Estas organizaciones y representantes del laborismo como Alf Dubs vinculan la falta de alternativas viables para pedir asilo con la llegada en patera al Reino Unido de tantas personas que huyen de guerras y torturas, incluidas las que vienen de Irán, Siria y Sudán.
A pocas semanas de su toma de posesión, el Gobierno laborista de Keir Starmer ha puesto en marcha medidas migratorias que cuentan con el apoyo generalizado de instituciones progresistas. Ha abandonado el plan de mandar a Ruanda a los solicitantes de asilo, una idea del anterior Gobierno conservador que se estima ha costado más de 830 millones de euros al contribuyente. La actual ministra de Interior, Yvette Cooper, ha anunciado otra medida popular: un plan para reducir los retrasos en la tramitación de solicitudes de asilo que, a su vez, disminuirá el número de solicitantes atrapados en hoteles.
Pero las reticencias de Starmer a hablar de “vías seguras” para llegar a Gran Bretaña preocupan cada vez más. También su compromiso con un incremento de la actividad policial en toda Europa que obligará a los refugiados a hacer la travesía por medios más peligrosos.
Costa francesa militarizada
La costa de Francia se ha “militarizado” tras varios años de aumento en el gasto en seguridad que viene también del Reino Unido. Hay cámaras, equipos de visión nocturna y drones que vigilan esa costa para impedir que las embarcaciones se hagan a la mar desde las playas más accesibles.
Según un compromiso conjunto de tres años firmado en 2023, el dinero británico para medidas de seguridad en la costa francesa aumentará cada año hasta un total unos 565 millones de euros. El gasto previsto para el período 2025/26 es de más de 200 millones de euros. La ministra Cooper también ha anunciado un nuevo comandante a cargo de la seguridad en la frontera y la contratación de investigadores, expertos y analistas por toda Europa, en colaboración con Europol y con los cuerpos de Policía de los diferentes países de la UE.
Pero los trabajadores de las ONG advierten de que, frente a este escenario, los desesperados solicitantes de asilo que buscan refugio en el Reino Unido no tienen más remedio que asumir mayores riesgos. Se embarcan en playas más lejos de los controles policiales, se meten en viajes más largos y, de esta forma, aumenta la probabilidad de que mueran en el mar.
Las mismas travesías, con más riesgos
Según Steven Smith, director general de la ONG Care4Calais en la costa francesa, sólo hay una forma de impedir el uso de pateras: introducir vías seguras para solicitar asilo en Reino Unido. “Todos los líderes políticos, a los dos lados del canal de la Mancha, tienen que preguntarse por el número de vidas que se van a perder antes de poner fin a esta tragedia evitable”, dice.
“Su obsesión incesante con las medidas de seguridad y lo que invierten en ellas no está reduciendo el número de travesías, sólo está haciendo que la gente corra riesgos cada vez mayores”, explica. “Hacer lo mismo una y otra vez esperando un resultado diferente es un sinsentido político. Ya es hora de que los políticos asuman la responsabilidad por su decisión de deshumanizar a personas que huyen de los horrores en sus países, ya es hora de que pongan fin a esta tragedia y abran vías seguras”, agrega.
Según Peter Walsh, investigador académico del Observatorio de la Migración de la Universidad de Oxford, no hay pruebas suficientes que apunten a que las medidas de seguridad son un factor clave detrás de las tragedias en el mar. “Es probable que el elevado número de muertes de este año se deba a un conjunto de factores, entre los que destaca el mayor número de personas que viaja en cada embarcación”, dice.
“El Reino Unido ha invertido mucho dinero en el control de la inmigración en Francia y, de acuerdo con las declaraciones del Gobierno, parte de ese dinero se ha gastado en reforzar el sistema de seguridad, que incluye nuevos drones, barcos, cámaras y radares terrestres”, explica. “Por el momento no se sabe si esa inversión ha servido para disuadir a la gente de hacer un viaje arriesgado o si ha servido para que los traficantes lleven a los barcos por rutas más largas y peligrosas a través del canal”.