Junts inaugura con dureza su papel en la oposición y acusa al nuevo president de «priorizar la Moncloa al Parlament»
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Salvador Illa quiere sentar las bases de la Catalunya del futuro con una fórmula del pasado. El president de la Generalitat ha reivindicado los grandes acuerdos parlamentarios que marcaron las legislaturas de Jordi Pujol y ha pedido amplios consensos para los objetivos de su mandato, entre los que ha destacado la mejora de la financiación pactada con ERC. “Catalunya no quiere ser ni más ni menos que nadie”, ha fijado el nuevo jefe del Govern como marco de legislatura.
El president ha comparecido este jueves en el Parlament para dar cuenta de los nombramientos de los consellers y conselleres de su nuevo Govern. Tras el ruido (por motivos distintos) que ha generado el nuevo modelo de financiación en Barcelona, Madrid y el resto de autonomías, Illa ha querido calmar tanto a sus socios independentistas de investidura como a las voces más críticas desde el resto de España con la nueva financiación.
La fórmula hallada por el president para intentar cuadrar el círculo ha sido garantizar que el pacto con ERC se llevará a cabo y que Catalunya mantendrá su solidaridad con las autonomías con menos recursos. “El acuerdo de financiación se cumplirá. Sé que costará, pero se cumplirá”, ha mantenido primero Illa, para a renglón seguido recordar que Catalunya “es solidaria y lo seguirá siendo”.
¿Cómo conseguirlo? La vía de Illa es la de los grandes acuerdos que marcaron el despliegue del estado del bienestar en Catalunya en las legislaturas de Jordi Pujol, cuando convergentes y socialistas, y en ocasiones el PSUC, acordaron temas clave como la inmersión lingüística, el sistema sanitario o las infraestructuras.
“¿No sería mejor pactarlo todas y todos? ¿No sería mejor si pactáramos políticas sanitarias y educativas para los próximos 15 años y comprometernos a que otro Govern tenga una hoja de ruta compartida? ¿No fue así cómo Catalunya progresó en los 80 y los 90?”, ha enfatizado el president, que ha tendido la mano a Junts, CUP y PP además de ERC y Comuns, los dos partidos que facilitaron su investidura.
Illa ha encontrado poca disposición en Junts. Los de Carles Puigdemont han inaugurado con dureza su papel en la oposición, en línea con las complicaciones en las que quieren poner al Gobierno de Pedro Sánchez. El portavoz neoconvergente, Albert Batet, ha acusado al nuevo president de “priorizar la Moncloa al Parlament”.