¿Para qué sirven los diferentes tipos de enjuague? ¿Su uso continuado puede tener efectos adversos? Recogemos algunos aspectos importantes a tener en cuenta sobre este producto que los especialistas no recomiendan empezar a usar sin indicación ni supervisión profesional
Contra el envejecimiento, ejercicios de fuerza: claves para entrenar a partir de los 50
Una buena higiene bucodental va mucho más allá de lavarse los dientes varias veces al día. Para conseguir una salud bucodental óptima debemos llevar a cabo otros actos cotidianos que complementen el cepillado diario: utilizar hilo dental, limpiador de lengua y también enjuague dental.
En 2023, el Consejo de Dentistas publicó una encuesta poblacional de la Salud Bucodental en la España pospandémica en la que el 65% de los encuestados manifestaban utilizar enjuagues bucales. Sin embargo, en dicha encuesta recalcan que “es necesario insistir al público general sobre la importancia de no utilizar los colutorios sin indicación y supervisión del dentista”.
Hay diferentes estudios que ponen el foco en el efecto que el uso continuado de estos productos tiene en relación a las bacterias. Este publicado en Journal of Medical Microbiology se centra en el uso diario de Listerine Mentol (Listerino Cool Mint) y apunta a una mayor cantidad de bacterias relacionadas con enfermedades de las encías e incluso otras como el cáncer.
Por otro lado, en una revisión de estudios publicada en la International Dental Journal se recalca la importancia de estudiar la posibilidad de que los enjuagues bucales se dispensen solo bajo prescripción, ya que algunos de ellos pueden causar disbiosis del microbioma oral (desequilibrio en el conjunto de microorganismos naturales de la boca).
Paseando por los supermercados, farmacias y otros comercios podremos encontrar gran cantidad de estos productos. Pero, ¿qué enjuague bucodental es el más adecuado para nosotros? ¿Cómo y cuándo debemos utilizarlo? Respondemos con la ayuda de un odontólogo a estas y otras preguntas.
Tipos de enjuagues bucales
Hay varios tipos de colutorios y su composición cambia en función del área concreta de tratamiento al que vaya destinado, aunque todos ellos tienen algo en común: “Por su presentación líquida, actúan donde la pasta no llega”, nos explica el odontólogo Alberto Villacieros.
Las empresas farmacéuticas tienen líneas de productos específicas para el cuidado de la boca, así como decenas de enjuagues bucales con sabores variados pensados para agradar los diferentes gustos de los consumidores.
Existen colutorios antiplaca: “Estos atacan principalmente al biofilm, que es una sustancia pegajosa que se forma entre los 15 y los 30 minutos después de comer, retrasando su adhesión al diente por la polaridad de su composición”, explica Villacieros. Los hay también para prevenir las caries debido a su alto contenido en flúor, el cual aumenta la resistencia del esmalte. Por otro lado, los enjuagues específicos para sensibilidad dental “están compuestos principalmente por nitrato potásico, alantoína y flúor, y se encargan de sellar los túbulos dentinarios reduciendo la irritación del nervio”, dice el odontólogo.
Los colutorios para gingivitis, continúa Villacieros, “llevan en su fórmula antisépticos como la clorhexidina, el triclosan o el cloruro de cetilpiridinio, que ayudan a reducir las bacterias patógenas de la cavidad oral”. También existen enjuagues bucales para xerostomía (también conocida como síndrome de la boca seca), “destinados a mejorar la sequedad de la boca, pues llevan en su composición productos que ayudan a la estimulación de la saliva”.
Estos son los colutorios más comunes pero, como explica el experto, “los hay para prácticamente todas las dolencias”. Para cada problema hay un colutorio específico, y esto se debe a que durante el transcurso de la vida, la boca, sus características y, por tanto, sus necesidades van cambiando. “Por ejemplo, en la boca de un niño en crecimiento nos focalizamos en el cepillado para la prevención de la caries principalmente, y eso es lo que recomendamos a los padres”, explica el odontólogo. “En la boca de un adolescente es frecuente encontrar gingivitis por un cepillado deficiente; en la de un adulto, problemas periodontales, mal aliento y tabaquismo; en la de una persona mayor de 70 años, es común observar irritación de encías por el uso de prótesis removibles y falta de saliva por medicación”.
Aspectos a tener en cuenta
Uno de los aspectos más importantes a tener en cuenta sobre los enjuagues bucales es que “debemos utilizar todos ellos bajo una premisa única: en ningún caso son sustitutos del cepillado”, señala Villacieros.
Aunque su uso no es obligatorio, sí es recomendable por las ventajas que ofrecen para nuestra salud. Pese a que marcas homologadas distribuyen los enjuagues bucales también en supermercados, lo idóneo es comprarlos en farmacias con asesoramiento profesional en cuanto al tipo y frecuencia de uso.
Por regla general, como explica Villacieros, “el uso que suele ser recomendado es de dos veces al día después del cepillado, con enjuagues de 30 segundos mañana y noche con el producto puro, es decir, sin diluir”.
El motivo por el que los expertos recomiendan asesoramiento profesional para escogerlo y conocer su uso es porque “utilizarlo de manera inadecuada puede conllevar consecuencias negativas habituales como la disgeusia (sabores raros) o coloraciones en los dientes. Además, debemos tener en cuenta que tragarlo puede producir molestias en el tracto digestivo”.
Como cada colutorio tiene su indicación y cada paciente es diferente, “es recomendable hacer una historia clínica exhaustiva para valorar alergias o intolerancias a los componentes de las fórmulas. Mi recomendación principal es que el producto esté libre de alcohol para evitar irritación en las mucosas y sequedad”, explica Villacieros.