El Ayuntamiento de Pamplona acuerda no dar más licencias de apartamentos turísticos en el Casco Viejo de la ciudad

Los grupos municipales señalan que la medida pretende «salvaguardar el modelo residencial del barrio, defender su tejido comercial y favorecer un modelo de turismo sostenible»

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Los grupos municipales de EH Bildu, PSN, Geroa Bai y Contigo-Zurekin en el Ayuntamiento de Pamplona han acordado poner en marcha una iniciativa normativa para que ya no se puedan dar más licencias de apartamentos turísticos en el ámbito del Casco Viejo de la ciudad. Según han explicado este sábado en una nota de prensa conjunta, este acuerdo, definido como una “modificación urbanística de carácter preventivo”, pretende “salvaguardar el modelo residencial del barrio, defender su tejido comercial y favorecer un modelo de turismo sostenible, en la línea de lo expuesto en la Agenda Urbana 2030”. “El acuerdo se sustenta en la convicción de que el Ayuntamiento debe anticiparse al problema de que la proliferación de pisos turísticos que sustituyen a viviendas permanentes puede generar la expulsión de la población del barrio”, argumentan.

En este sentido, apuntan que en la actualidad “existen en el Casco Viejo 186 de estos alojamientos, lo que supone el 2,8% del total de viviendas de esta zona y más del 55% del total de pisos turísticos en la ciudad (337). En sólo 5 años han abierto 90 y existen 21 nuevas solicitudes”. El documento en el que se basa este acuerdo advierte que “cuando la proporción de apartamentos turísticos ofertados presenta valores muy elevados sobre la oferta de vivienda permanente genera un tensionamiento, principalmente del mercado de alquiler, y un aumento sustancial de los precios de la vivienda”.

Esa vertiente de control de “los efectos negativos que en el mercado inmobiliario tiene la proliferación de este tipo de alojamientos” se incorpora al Plan Municipal de Vivienda Asequible, impulsado por los cuatro grupos en los acuerdos de diciembre de 2023. Se busca “minimizar el impacto urbano que puede derivarse de esta actividad económica, singularmente en el mercado inmobiliario local, evitando, a través del planeamiento urbanístico, situaciones como las que vienen sucediendo en otras ciudades”.

Así, se citan “el encarecimiento de los precios de la vivienda, tanto en venta como en alquiler, el agravamiento de las dificultades que viene atravesando el sector del comercio tradicional y de proximidad, así como a la pérdida de la identidad de los cascos históricos”. Igualmente, la modificación normativa “se alinea con la Agenda Urbana 2030, una de cuyas líneas es la promoción de un turismo sostenible generador de valor y empleo en la ciudad”.

En la misma línea se enfocaen “la defensa del tejido comercial de proximidad, amenazado por la ‘terciarización’ ante la proliferación de este tipo de alojamientos”. “Los usos comerciales del ámbito tienden a especializarse y adaptarse para ofrecer servicios a los turistas, lo cual suele llevar a un incremento de precios, ampliación de horarios y menor oferta para las necesidades de la población permanente”, explican los grupos municipales.

El acuerdo alcanzado respalda, en concreto, cuatro modificaciones a dos artículos (87 y 88) del actual PEPRI del Casco Viejo. En primer lugar, se modifica el punto 3 del artículo 87 para especificar que el uso de “residencia eventual” está tolerado “excepto para viviendas, apartamentos y alojamientos turísticos regulados por el Decreto Foral 230/2011, de 26 de octubre, o norma que lo sustituya”. Esta modificación, como la segunda (punto 2 del artículo 88), incide, además, en que “se considera uso prohibido” que un piso residencial se destine a alojamiento turístico.

La tercera modificación (punto 3 del artículo 88) se refiere al alquiler de habitaciones con fines turísticos. Al respecto se especifica que “el fin turístico ha de ser anejo al de vivienda y no a la inversa” y que la superficie útil afectada “no podrá ser superior al 50% de la superficie útil total de la vivienda”. Se entiende como superficie útil tanto la correspondiente “a la habitación o habitaciones” destinadas a fines turísticos, como una parte proporcional del resto del piso “en la misma proporción que el número de habitaciones dedicadas a fines turísticos con respecto al número total de habitaciones”.

Finalmente, la cuarta modificación (punto 15 del artículo 88) incide en la necesidad de cooperar con el Gobierno de Navarra para “incrementar los controles y evitar esta actividad fuera del marco regulatorio”. Así, se exigirá que las viviendas, apartamentos y alojamientos turísticos que ya están en funcionamiento “cumplan simultáneamente los requisitos de estar inscritos en el Registro de Turismo del Gobierno de Navarra y contar con licencia de apertura o de uso”, tras la aprobación de la modificación del PEPRI.

Aprobación antes de que termine el año

El acuerdo alcanzado entre las cuatro fuerzas también incluye la hoja de ruta para el debate y aprobación de esta medida. Así, el próximo lunes se aprobará en la Junta de Gobierno Local el documento en el que se basa el acuerdo, una propuesta elaborada por el servicio de Planeamiento de la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento de Pamplona.

Cumplido este trámite, el acuerdo se publicará en el BON y se abrirá un periodo de exposición pública. Tras ello, se abrirá el periodo de alegaciones previo al debate del documento en Comisión de Urbanismo.

Está previsto que la modificación de PEPRI se apruebe en Pleno antes de que finalice el año. Esta modificación urbanística “no afecta otro tipo de alojamientos turísticos, por lo que hoteles, hostales, pensiones y albergues continuarán con el actual marco regulatorio”.

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