Un gobernador normal

¿Hay gobernadores de derecha y de izquierda? En este caso me pronuncio abiertamente: no. Estas cosas sobrevuelan esas clasificaciones, el gobernador es solo un agente del poder económico que tiene que oír y mucho al Banco Central Europeo

La principal crítica de la derecha y de la izquierda al nombramiento de José Luis Escrivá como gobernador del Banco de España es que no es normal, no ha sido hasta ahora la norma que un ministro con el sillón y la cartera calientes salte a la gobernaduría del banco central español, parte del SEBC, Sistema Europeo de Bancos Centrales.

No puede haber otra razón, salvo que se le juzgue incompetente para el cargo; el presidente del Gobierno ha nombrado, como dice la ley, al gobernador, y mal harían desde el gobierno si, como también dice la ley, no nombran al subgobernador, a propuesta del gobernador.

Sin embargo, también se critica que no se respete el compadreo entre los dos partidos como hasta ahora, compadreo por cierto que ha presidido la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), sobrevolando las previsiones constitucionales que dan ese protagonismo al Parlamento, Congreso y Senado, burlando el papel de la soberanía parlamentaria. Será ese el compadreo deseado.

Es decir, ¿sería la normalidad que, como con el CGPJ, no se nombrara gobernador por desacuerdo con el PP pudiendo hacerlo? ¿Es normal que se reproduzca en el Banco de España, una institución tan seria, el juego PP-PSOE, a saber, que gobierne el gobernador, nombrado por el PSOE, y se oponga el subgobernador, nombrado por el PP? ¿Pediríamos a la UE otro mediador o árbitro? No es que nos tomen por imbéciles es que nos quieren arrastrar y enfangar en su imbecilidad. Diálogo y acuerdo, sí, convertir toda institución en un juego del bipartito va en contra del respeto al papel de los tres poderes del Estado, a los partidos, la Constitución y la democracia. 

Caben otras preguntas ¿hay gobernadores de derecha y de izquierda? En este caso me pronuncio abiertamente: no. Estas cosas sobrevuelan esas clasificaciones, el gobernador es solo un agente del poder económico que tiene que oír y mucho al Banco Central Europeo. El papel que quería jugar el PP estaba cantado, Escrivá le gusta, lo que quiere es molestar y crear sensaciones de ingobernabilidad.

Desde el espectáculo bochornoso antes de la renovación del GGPJ y luego para la elección de su presidenta, en este caso, y del Tribunal Supremo, deberían taparse un poco al menos. Aprovecho para decir que Isabel Perelló es una jurista de muchísimo nivel. Que es importante que sea una mujer, sí, en un poder judicial donde las mujeres son mayoría y el poder lo ostentan sin pudor carcañales machistas, pero Perelló, como muchas otras juristas ya han demostrado y seguirán demostrando, que tiene una preparación, un rigor y un nivel profesional muy por encima de muchos de sus colegas de la resistencia. 

El problema y reto de José Luis Escrivá, un señor por lo demás, amable y afable, un señor conservador que ha servido de ministro en un gobierno mixto, no es si va a tocar la partitura del Gobierno, que no puede por ley, así lo recoge la ley de autonomía del Banco de España, el problema es, y es legítimo preguntárselo, si va a tocar de oído. Si es por referencias y antecedentes, que no le falten, tiene a su antecesor, Pablo Fernández de Cos, nombrado por Mariano Rajoy, sin alboroto, poco antes de su moción de censura, todo un virtuoso al toque y al cante, sin partitura, por supuesto.  

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