Presidenta del CGPJ y del TS y Gobernador del Banco de España

La elección de la Sra. Perelló Doménech abre muchas esperanzas. Las abre porque ha sido precisamente el propio CGPJ el que ha tomado la decisión de ser presidido por una mujer – por unanimidad de sus 20 vocales, dado que en la última votación las dos únicas candidatas eran mujeres -. Ahora solamente falta extenderlo al resto de puestos y cargos que el CGPJ tiene que designar

Desde la perspectiva de la igualdad de género en el acceso a puestos de relevante responsabilidad en el ámbito público, la pasada semana hemos asistido a un hecho extraordinario por novedoso y a otro ordinario por reiterado. Me refiero, claro está, a los nombramientos de la Presidenta del CGPJ y del TS – bienvenida, Sra. Perelló Doménech – y del Gobernador del Banco de España – otro hombre más -.

La elección de la Presidenta del CGPJ y del TS por el propio CGPJ es, como digo, un acontecimiento extraordinario por dos razones: se ha elegido sin la directa intervención de los partidos políticos – al menos eso parece – y, además, es la primera vez que una mujer accede al cargo, lo que se ha subrayado y destacado merecidamente estos días. 

Ciertamente, es una evidencia la existencia de un techo de cristal que impide o, al menos, dificulta enormemente, el ascenso de las mujeres a la parte superior de la jerarquía de cualquier organización. Algo que, como también es bien evidente y está suficientemente acreditado, no obedece a la concurrencia de límites objetivos en la capacidad de las mujeres, sino a la presencia de obstáculos que, además de entorpecer nuestro desarrollo de manera injusta y arbitraria, niegan también avances innegables al resto de la sociedad, que se ve privada de nuestra presencia en muchos puestos y responsabilidades.

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