Desde el domingo, la formación de izquierdas Syriza, el principal partido de la oposición en Grecia, no tiene líder. El polémico ha sufrido una moción de censura este fin de semana que ha prosperado con, aproximadamente, la mitad de los votos a favor. Liderada por “el grupo los 87” — partidarios del ex primer ministro y exlíder del partido, Alexis Tsipras—, que acabaron siendo 100, y con la ayuda de uno de los pesos pesados del partido, Pavlos Polakis, la moción ha conseguido lo que un sector de la formación perseguía desde hace meses: derrocar al líder. También han dimitido la jefa de prensa de la formación, el jefe de gabinete de Kasselakis y la portavoz del partido. Una situación que se habría podido evitar si el ya exlíder hubiese convocado elecciones primarias anticipadas tal y como demandaban diferentes corrientes en el partido.