El caso llegó hasta donde ningún otro había llegado nunca, pero ha acabado topándose con los mismos obstáculos de siempre. La Justicia ha archivado la única causa judicial que investigaba en España torturas policiales durante el franquismo, un caso que convirtió a Julio Pacheco –y a Rosa María García en calidad de testigo– en el primer represaliado de la dictadura en en sede judicial en nuestro país. La magistrada Ana María Iguacel, del Juzgado de Instrucción nº 50 de Madrid, admitió a trámite la querella del militante antifranquista por torturas contra cuatro miembros de la Brigada Político-Social, entre ellos , pero un año después de su declaración ha dado carpetazo al asunto.