Un juez rechaza la querella de Vox contra Begoña Gómez por «tráfico de influencias» en la Complutense

La magistrada asegura que Gómez no ejerció «ninguna influencia» sobre la decisión del funcionario, avala el proceso de contratación y señala que Gómez tenía experiencia anterior a que Sánchez fuera presidente del Gobierno

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Una jueza de Madrid ha rechazado la querella presentada por Vox contra Begoña Gómez por supuesto tráfico de influencias en la creación y desarrollo de una cátedra en la Universidad Complutense. El auto de la magistrada Coro Monreal concluye que la mujer del presidente del Gobierno no pudo ejercer “ninguna influencia” en el funcionario que dictó la resolución aludida en la querella y tampoco sobre la mesa de contratación.

Esta querella, que se tramita en un juzgado distinto al del juez Juan Carlos Peinado, ha sido rechazada por la magistrada en una resolución que recoge que a Begoña Gómez “cabe presumirle cierta experiencia profesional desarrollada en la propia Universidad Complutense de Madrid, antes incluso de que su esposo fuera presidente del Gobierno de la Nación, relación de parentesco que, por sí sola, no justificaría la existencia de prevalimiento conforme a la doctrina jurisprudencia citada”.

La querella del partido de extrema derecha aludía la creación y desarrollo de la cátedra que la esposa del presidente del Gobierno codirige en la Universidad Complutense de Madrid, y que habría aprovechado “para sus fines personales, a través de la empresa Transforma TSC”. Vox apuntaba a la utilización de fondos públicos para el desarrollo de una plataforma de gestión y medición del impacto para la pequeña y mediana empresa en la UCM, que posteriormente, Gómez habría utilizado para una sociedad para la citada TSC, sociedad a su nombre.

La titular del Juzgado de Instrucción número 34, donde recayó la querella, concluye que “no se aprecia en el expediente de contratación que se haya desarrollado fuera de las normas que regulan la contratación del sector público”.

La querella de Vox relataba cómo en julio de 2023 la Universidad Complutense inició un expediente de contratación para el desarrollo de un software que se utilizaría en la cátedra extraordinaria que codirige Begoña Gómez. El importe del contrato eran 60.000 euros más 12.000 de IVA. Vox añadía que expediente de licitación lleva la firma de Gómez “pese a no tener la cualificación técnica necesaria”. La adjudicación del contrato fue a Deloitte Consulting SLU.

“Unos meses más tarde, en octubre de 2022, –relataba Vox– la querellada habría presentado una solicitud formal ante la Oficina de Patentes, dependiente del Ministerio de Industria, para registrar dicho software con el mismo nombre que su sociedad, lo cual se formalizó en abril de 2023”.

La magistrada Monreal destaca que Vox confunde fechas y sitúa la tramitación del expediente en agosto de 2023 y no en julio. La jueza asegura que no consta en el relato de la querella ningún indicio acerca de la influencia que hubiera podido ejercer sobre el vicegerente de la universidad, que resolvió aprobar el inicio de la tramitación del expediente de contratación, “ni sobre los miembros de la mesa de contratación” pese a que la querellada hubiera firmado el pliego de prescripciones técnicas.

Respecto a la supuesta falta de cualificación de Begoña Gómez, la magistrada recuerda en su auto de archivo que la querellada inició su relación con la Complutense, como codirectora de estudios de Formación continua de técnico de Fundraising durante los cursos 2012/2013 y 2013/14“, esto es, desde seis años antes de que Pedro Sánchez alcanzara la Presidencia del Gobierno.

Además, Begoña Gómez “desempeña la codirección de un programa de máster de la misma universidad, que estaría celebrando su 11ª edición, al margen del máster litigioso, de donde cabe presumirle cierta experiencia profesional desarrollada en la propia UCM, antes incluso de que su esposo fuera presidente del Gobierno de la Nación, relación de parentesco que, por si sola, no justificaría la existencia de prevalimiento conforme a la doctrina jurisprudencia citada”.

La Universidad, al tanto del registro

En julio, la Universidad Complutense se sumó a la confusión generada con el software de la cátedra de Gómez. El Mundo adelantó un escrito del centro universitario al magistrado en el que, entre otras cosas, acusaba a la mujer del presidente de ocultarle el registro del software de la cátedra extraordinaria que dirigía y que puso a nombre de una empresa que Begoña Gómez posee al 100%.

Sin embargo, un correo electrónico remitido por una responsable de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) a Begoña Gómez y otras dos personas muestra como la Sección de Patentes y Marcas del centro educativo estaba al tanto del registro por parte de la esposa del presidente del Gobierno de la marca para el software con el que tenía el compromiso de dotar a la cátedra extraordinaria que dirigía. “Os enviamos un enlace sobre cómo registrar un dominio”, dice la funcionaria en ese mensaje a Gómez, al que ha tenido acceso elDiario.es. La defensa de Gómez ha alegado que Gómez nunca se apropió del software sino que se limitó a registrar la marca.

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