Cronología del ‘hospital estrella’ de Moreno que resucitó en 2021 como obra «urgente» al final de la pandemia

El antiguo Hospital Militar Vigil de Quiñones de Sevilla, cuya remodelación en 2021 debió atenerse a la «tramitación ordinaria» como dicen los auditores de la Junta, fue rebautizado con el nombre de una víctima de ETA pese a que fue la opción menos votada por los sanitarios

Los auditores de Andalucía acusan a la Junta de quebrantar la ley al contratar a dedo como urgente una obra de 13 meses y 18 millones

La historia del antiguo Hospital Militar Vigil de Quiñones de Sevilla (hoy Hospital Doctor Muñoz Cariñanos) era la historia de un disparate a finales de 2020 cuando enfilaba su reapertura con demasiados interrogantes abiertos. Algunos de aquellos interrogantes se han ido resolviendo con el tiempo pero, durante los últimos años, el ‘hospital estrella’ de Moreno ha ido sumando otros llamativos. El último ha sido el informe desvelado aquí por este periódico, en el que los auditores de la Junta acusan al Gobierno de quebrantar la ley al contratar a dedo como urgente una obra de 13 meses y 18 millones. Más anecdótico, pero significativo, también ha sido el cambio de denominación del centro sanitario, que fue rebautizado con el nombre de una víctima de ETA pese a que fue la opción menos votada por los sanitarios, a los que el propio Moreno se encomendó para que le dieran el nombre que decidieran ellos.

Pero vayamos por partes. 1 de febrero de 2021: la Junta de Andalucía, que tenía aplicado en ese momento el cierre perimetral en la mitad de los municipios, abre en Sevilla el Hospital de Emergencia Covid-19 en las instalaciones del antiguo Hospital Militar. Moreno inaugura la primera fase del centro cuando ni se había ejecutado la primera fase de las obras ni se había autorizado la segunda fase. Cabe recordar en este punto que el Gobierno de Moreno usó un contrato de emergencia para unas obras que no abrieron el Hospital Militar de Sevilla de forma inminente sino que se programó un periodo de ejecución de más de un año.

Aquella primera fue una de sus cuatro ‘aperturas‘, siendo las siguientes en febrero de 2022, abril de 2022 y marzo de 2023. “La excepcionalidad creada en el año 2020 con la aparición de la pandemia, no era la misma en 2021, y no se justifica el empleo de este tipo de contratación, cuya larga duración [13 meses] no puede estimarse como vinculada a resolver una necesidad perentoria e inmediata, que permita prescindir de los principios esenciales de la contratación pública, al haberse convertido la situación en algo más previsible y, por tanto, no acorde con la naturaleza de la contratación de emergencia”, dice el informe de los auditores, desvelado este lunes por elDiario.es Andalucía.

El Hospital Militar de Sevilla, donde ahora trabajan 698 profesionales (la mayoría en la división de Enfermería), llevaba abandonado y cerrado más de una década. El SAS, en sus alegaciones, explicaba este grado de abandono, imputable a la anterior Administración del PSOE, defendiendo que el marco legal de la pandemia y la tramitación de emergencia era una “oportunidad insoslayable” para reabrir esas instalaciones en aquel momento. “Siendo así que no se hubiera entendido que, existiendo esta posibilidad, no se hubiese utilizado”, argumentó la Junta. Pero los interventores le responden que esos argumentos obedecen a “una serie de juicios de valor” que nada tienen que ver con sus “incumplimientos normativos”.

2,5 millones sin justificar

Se había aprobado una primera fase de obras, a dedo, a principios de 2021. Pero en marzo, el SAS redactó una memoria justificativa para “una segunda fase de obras”; y en mayo otro trámite de emergencia para “remodelación y reordenación de espacios” del hospital, “así como unidades de hospitalización convencional”. La Intervención de la Junta denuncia que en ese punto no hay “constancia de cuáles serían las actuaciones estrictamente indispensables para paliar las necesidades más apremiantes, prevenir o remediar los daños derivados de la situación de emergencia”.

Es más, dice el informe que había que haber tenido en cuenta que “nos encontramos en mayo de 2021, con la pandemia muy atemperada y que deberían haberse contratado con arreglo a la tramitación ordinaria”. En la documentación sobre el hospital militar aparecen contratos de emergencia de redacción de proyecto y dirección de obra (mayo de 2021) y otro para la “ampliación de la potencia eléctrica (julio de 2021), ”remitidas a esta Intervención sin documentación“.

La resolución del SAS por la que se liquida y aprueba el valor final de las obras de emergencia de este hospital data de 22 de diciembre de 2021, por un importe de 18,1 millones de euros, “lo que significa una ampliación del valor estimado del contrato inicial de 2,5 millones, sin que se haya remitido documentación justificativa alguna de que se trate de nuevas prestaciones necesarias amparadas por la Ley de Contratos Públicos”, denuncia además el informe de fiscalización posterior.


El presidente andaluz, el 2 febrero de 2022, saludando a dos trabajadoras del hospital.

En abril de 2022, el presidente andaluz cifró la inversión para la remodelación y reapertura del antiguo Hospital Militar en “más de 72 millones de euros”, destacó “su papel clave en los peores momentos de la pandemia, cuando se convirtió en Hospital de Emergencias Covid-19”, y reconoció que “con las dos fases de obra finalizadas, el Militar dispone de ocho nuevas plantas hospitalarias, 320 camas de hospitalización y una Unidad de Lesionados Medulares ”única en Andalucía“.

Según el informe de los auditores, la ley exige que, para este tipo de contratación, se acredite una “necesidad sobrevenida”. El gerente del SAS defendió que en aquel momento “no cabían obras de emergencia que supusieran solamente la ejecución de lo necesario para remediar el acontecimiento producido o satisfacer la necesidad sobrevenida, pues se trataba de terminar las instalaciones (…). Los auditores tumban esa argumentación: ”Estas afirmaciones simplemente conculcan lo expresado en el artículo 120 de la Ley de Contratos“. También advierten de que la Comisión Europea, el 1 de abril de 2020, remitió una comunicación escrita a los países miembros con indicaciones sobre el uso del marco de contratación pública en la situación de emergencia por la Covid-19, exigiendo que ”el recurso a este procedimiento tenga carácter excepcional“ y que ”todas las condiciones han de cumplirse de manera acumulativa y deben interpretarse restrictivamente“.

El nombre, para una víctima de ETA

Pero el ahora Hospital Doctor Muñoz Cariñanos también tiene otra particularidad en cuanto a su actual denominación y que nos lleva a la penúltima inauguración de Moreno. Estamos hablando de la manipulación del referéndum anunciado por el presidente de la Junta, desvelado aquí el pasado mes de febrero, después de que el Consejo de Transparencia obligara a la Junta a facilitar a la familia Vigil de Quiñones los resultados de aquella votación en la supuestamente los sanitarios de Sevilla iban a decidir el nombre. Al día siguiente de firmar aquella resolución dirigida a la familia del médico militar que acompañó a ‘Los Últimos de Filipinas’ en su encierro en la Iglesia de Baler entre 1898 y 1899, el entonces viceconsejero de Salud dimitió de su cargo, como informó este periódico, antes de pasarse a la sanidad privada.

Cabe recordar que el presidente Moreno había dicho en febrero de 2022 textualmente que “el Gobierno no debe ser quien decida cómo se denomina el nuevo hospital”, haciendo una llamada a los sanitarios porque “sois vosotros quienes tenéis que poner el nombre a este centro”. Moreno había anunciado a bombo y platillo un referéndum entre los profesionales sanitarios de la provincia de Sevilla para que eligieran de la forma “más democrática” el nuevo nombre del antiguo Hospital Militar.

Trascendió a primeros de marzo de 2023, un año después de aquella promesa, el ‘Hospital Dr. Muñoz Cariñanos’, sustituyéndose la denominación oficial anterior en homenaje al médico asesinado por ETA en el 2000 y con toda la señalética el 20 de marzo de 2023, en la apertura completa (y última inauguración por parte de Moreno). Muñoz Cariñanos daba finalmente nombre a un centro sanitario con base a un referéndum que, como ya se ha dicho, no fue tan democrático, porque el nombre de aquel médico víctima del terrorismo fue el que menos votos recibió entre las cuatro opciones que daba la Junta a los sanitarios de Sevilla y que no hacía sino confirmar lo que la familia sospechaba internamente, esto es, que la nueva denominación podría estar decidida de antemano.

El Hospital Muñoz Cariñanos actualmente ofrece asistencia sanitaria en régimen de hospitalización para pacientes de Medicina Interna, Neumología, Lesionados Medulares, Salud Mental de adultos y adolescentes; Hospital de Día, con sillones y camas para la administración de tratamientos de uso hospitalario; en el área diagnóstica: radiologías, ecografías, resonancias y TAC; así como Farmacia, Banco de Sangre, Laboratorios… y todas las áreas de soporte y administración que requiere cualquier hospital, según fuentes del centro sanitario consultadas por este periódico.

Las fuentes detallan que en el momento del periodo estival en el que estamos, y siguiendo el Plan de Vacaciones previsto, están funcionando además dos quirófanos destinados a Cirugía Mayor Ambulatoria (CMA) y cirugía menor, además de siete de las diez salas de operaciones. También se está retomando la práctica de endoscopias con idea de que el 1 de octubre toda la actividad quirúrgica esté completa. Asimismo, la UCI continúa desarrollando su actividad en las unidades ubicadas en el Hospital General, y en el de Rehabilitación y Traumatología.

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