Salvador sufrió abusos sexuales por parte de su tío, que huyó a España y tiene un juicio pendiente en México. Fue detenido hace unas semanas en Madrid y está en libertad sin fianza. Como también tiene nacionalidad española, si los delitos han prescrito aquí no sería extraditado y quedaría libre para siempre
A Salvador Cacho, un joven mexicano de 36 años que estudió Ciencias Políticas, le cambió la vida en 2016 mientras tomaba un café con su tía. Entonces tenía 28 años y tras la conversación, se le desbloquearon numerosos recuerdos que había tenido encapsulados: las escenas de abuso sexual que cometió contra él de manera reiterada su tío Felipe, hermano de esa tía con la que estaba charlando, cuando él era un niño.
La primera vez fueron tocamientos, relata desde México, donde vive. “Yo tenía 5 años en mi primer recuerdo. La última vez que ocurrió yo tenía 14 años, y ya me negaba, por lo que él usó la fuerza”. Su presunto agresor es solo ocho años mayor que él, tenían una relación muy cercana, de confianza y convivencia en una familia unida y aparentemente idílica.
Después de dos décadas de conflicto interno, dudas y culpas, Salvador se decidió a denunciar a su tío este mismo año, pero en medio del proceso su presunto depredador huyó y han acabado por encontrarlo en España, donde le tomaron declaración en la Audiencia Nacional a la espera de si México solicita su extradición y si se lleva a cabo. De momento, el juez Santiago Pedraz lo ha dejado en libertad sin fianza tras retirarle el pasaporte e imponerle la obligación de presentarse semanalmente ante la justicia, como se indica en un auto judicial del 27 de agosto, al que ha tenido acceso elDiario.es. La Fiscalía no lo ha recurrido.