El sector automovilístico vive meses de incertidumbre. Los ha hecho reaccionar a los gobiernos de la Unión Europea y de Estados Unidos, que han aprobado . Unos recargos que, en la UE, aún no son definitivos. En paralelo, los grandes fabricantes del gigante asiático están dando pasos acelerados para fabricar tanto en la UE como en el mercado norteamericano, con lo que no solo se ahorrarían esos aranceles, sino que además competirían codo a codo con las grandes automovilísticas locales.