, los y las docentes tienen que sobrecargarse de trabajo y superar semana tras semana su jornada laboral, de 37,5 horas, si quieren cubrir las necesidades básicas de su alumnado y dar a cada uno una mínima atención personalizada. Este es el diagnóstico que hace Comisiones Obreras en su informe sobre el inicio de curso 2024-2025, donde cataloga la situación como “alarmante” y explica que las brechas más acusadas entre las horas de jornada laboral oficial del profesorado y las que realmente serían requeridas para cumplir los mínimos (la que acaban haciendo los docentes) se dan en Madrid, Melilla, Castilla la Mancha, Cataluña y Andalucía.