Los líderes de CCOO y UGT, Unai Sordo y Pepe Álvarez, preparan movilizaciones contra la patronal por su «bloqueo» en la negociación, pero avisan también al propio Gobierno y las formaciones políticas
El acuerdo de pensiones aún tiene tareas pendientes: los escollos para que la luz verde del Congreso
La promesa de la reducción de la jornada laboral desde 2024 enfrenta una apretada cuenta atrás. Entrados en septiembre, la negociación del diálogo social entre el Gobierno, los sindicatos y las patronales mayoritarias afronta “una postura de bloqueo” por parte de los empresarios, denuncian CCOO y UGT, que están ya preparando las movilizaciones anunciadas para el 26 de septiembre. Aunque los sindicatos van más allá: avisan al propio Gobierno y a los partidos políticos para que aprueben la medida. Si no, “a ver cómo se lo explican a la gente”, sostienen.
El mensaje lo han repetido este miércoles los secretarios generales de ambos sindicatos, Unai Sordo (CCOO) y Pepe Álvarez (UGT), antes de una reunión con delegados sindicales de la Comunidad de Madrid para alentar las protestas contra la patronal. Sordo ha destacado que “no hay encuesta” que no recoja un amplio apoyo a la medida por parte de los ciudadanos “voten a quien voten”.
Los líderes sindicales apuntan de momento en esta “primera fase” de movilización a los empresarios, para intentar un acuerdo a tres bandas en el diálogo social. Pero si no se logra el pacto, algo que temen cada vez más, en CCOO y UGT recuerdan al Gobierno que debe sacar adelante su compromiso. Y avisan ya al Ejecutivo y los partidos políticos de que presionarán para que así sea.
Contexto parlamentario muy complejo
La advertencia a las formaciones políticas llega pronto, ya que no ha terminado la negociación siquiera y no hay un texto o votación sobre la mesa, pero en un contexto clave. Ayer, Junts tumbó en el Congreso la ley del sindicato de inquilinas para regular el alquiler de temporada y este miércoles el presidente del Gobierno ha firmado con los agentes sociales un acuerdo de pensiones que rechazan varios de sus socios de investidura.
Los líderes sindicales han defendido el acuerdo de pensiones y han advertido a las formaciones políticas progresistas que se oponen al pacto (ERC, EH Bildu y BNG) de que tumbarían mejoras para los trabajadores en materias como la jubilación parcial y el contrato relevo, cuyas condiciones actuales caducan el 1 de enero. “A mí me cuesta entender que las formaciones de algunas Comunidades Autónomas que se van a ver muy afectadas por el contrato relevo no lo voten”, ha afirmado el líder de UGT, destacando Navarra y Catalunya, por ejemplo.
“Quiero recordar qué pasó con la reforma laboral”, ha destacado Álvarez, que a punto estuvo de decaer sin el apoyo de estas fuerzas progresistas. “España no puede ser rehén de las diferencias políticas que hay en nuestro país. El Congreso no puede secuestrar los derechos de las personas”, ha añadido el líder de UGT. Unai Sordo ha coincidido y avisado de que “parece que la política va de narrativa”, pero “cuidado con las cosas del comer y con cómo se explica esto a la gente”.