Muchas personas consumen este medicamento asiduamente pensando que protege el estómago pero, en su lugar, puede dañar la microbiota intestinal: «Si no hay patologías, hay formas de regular el pH estomacal sin recurrir a medicamentos»
‘Inflammaging’: cómo la inflamación crónica acelera el envejecimiento (y qué hacer para evitarlo)
En las películas y series de crímenes suele aparecer alguien que se quiere deshacer de un cadáver disolviéndolo en ácido. Lo que no pensamos tan a menudo es que los ácidos de nuestro estómago, principalmente el ácido clorhídrico, son mucho más potentes. El pH de estos ácidos oscila entre 1,5 y 3, similar al ácido de las baterías de coche, y puede disolver metal si se les da suficiente tiempo. Afortunadamente, la mucosa del estómago lo protege de daños.
Esta acidez extrema es imprescindible. No solo nos permite descomponer la mayoría de los alimentos que ingerimos, sino que también elimina muchas bacterias perjudiciales. Sin embargo, la acidez de estómago tiene mala fama.