El TAD entiende que primero hay que cesar oficialmente a Pedro Rocha, inhabilitado por el propio tribunal pero cuya salida no fue llevada a aprobación en la Asamblea, lo que impide sustituirlo puesto que no está oficialmente fuera
Los vestigios del rubialismo y un embrollo legal ensombrecen la renovación en la Federación de Fútbol
El Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) ha decidido anular la reciente convocatoria de elecciones a la presidencia que había anunciado hace unas semanas la Federación de Fútbol (RFEF), según ha adelantado Iusport y ha podido confirmar elDiario.es, que ha tenido acceso al auto. De esta manera estima el recurso presentado por Miguel Ángel Galán, presidente del centro de entrenadores Cenafe, y obliga a cancelar los comicios al entender que Pedro Rocha –inhabilitado por el propio TAD por extralimitarse en sus funciones como presidente de la gestora que sustituyó a Luis Rubiales– no ha sido cesado convenientemente por acuerdo de la Asamblea General.
El tribunal administrativo argumenta que la inhabilitación no supone un cese automático, que es una decisión que se debe tomar explícitamente, de manera que no se puede convocar unas elecciones para sustituir a Rocha si el propio Rocha no ha sido legalmente cesado.
Después de esta resolución, que vuelve a sumir en el caos a la RFEF, otro asunto que queda pendiente es si las próximas elecciones deben ser a presidente temporal con la actual Asamblea (heredera de la época Rubiales) o si la Federación de Fútbol debería saltarse ese paso y convocar ya las elecciones definitivas a una nueva Asamblea –que por un cambio legal será más paritaria o con menos control de los presidentes autonómicos– que a su vez eligiera a un nuevo presidente o presidenta por cuatro años. La candidata oficial para las elecciones que acaban de ser canceladas era la mano derecha del propio Rocha, cuyo futuro queda ahora en el aire.
Fuentes críticas con la dirección actual apuntan aque alargar el proceso beneficia al presidente imputado Pedro Rocha porque le da tiempo para volver a presentarse a las elecciones y advierten de que controlar los tiempos y el gobierno de la RFEF durante el proceso electoral da ventajas al rubialismo y a sus herederos.