El Supremo oculta «una explotación inaceptable»

La misma Sala I que consideró hace solo dos años que los vientres de alquiler «entrañan una explotación inaceptable para el niño y para la madre», se descuelga ahora borrando la huella de esa gestación en el extranjero o, lo que es lo mismo, aceptando que si se sortea la ley española comprando la capacidad reproductiva de una mujer en el extranjero, no sólo no habrá inconveniente en España sino que todo indicio de tal práctica será borrado de la documentación

Mater semper certa est

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