Pedro Sánchez ha cancelado su participación en la Fiesta de la Rosa en Gavà debido a la lluvia
El PSC logra una concentración de poder inédita con el Govern de Illa y los grandes ayuntamientos
El PSC se ha tenido que conformar con celebrar la Festa de la Rosa, su encuentro anual, sin Pedro Sánchez. El presidente del Gobierno ha cancelado por la lluvia, pero ello no ha impedido que los socialistas, con el president Salvador Illa a la cabeza, se dieran un chute de autoestima tras un ciclo electoral en el que han acumulado una concentración de poder inédita.
Sin Sánchez, todo el protagonismo ha sido para el president de la Generalitat, que frente a 10.000 militantes socialistas, reunidos como siempre en la Pineda de Gavà, ha proclamado que trabajará para que Catalunya lidere económicamente España con políticas de izquierdas y sin bajar impuestos. “Catalunya ha vuelto para mejorar España”, ha proclamado durante su discurso.
En sintonía con sus intervenciones desde que es president, Illa ha defendido que su prioridad en el Govern es aportar calma tras el procés independentista y a la vez ser resolutivo. Lo ha bautizado como una “triple revolución” del “buen gobierno”, de la “normalidad” y del “respeto”.
Pese a enfocar su discurso en clave catalana, Illa no ha eludido algunos de los retos de la Generalitat que condicionan el debate político español, ninguno más delicado –incluso entre los socialistas– que la financiación singular pactada con ERC. “Catalunya ha estado y estará a la primera línea de la solidaridad en España”, ha asegurado, y se ha limitado a atacar a los gobiernos del PP que lo critican: “No nos van a dar lecciones aquellos que bajando impuestos reclaman más recursos. Esto no es solidaridad, es otra cosa”.
Ha sido entonces cuando el primer secretario del PSC ha anunciado que “Catalunya vuelve para arremangarse e implicarse en la mejora de España”. Una idea que, de hecho, ya pronunció durante su viaje a Madrid esta semana, en la que aprovechó la celebración de la Diada para reunirse con Felipe VI y sectores empresariales.
Illa ha aprovechado la audiencia militante para anunciar un compromiso con las políticas socialdemócratas y de izquierdas y la reducción de las desigualdades. Y, tras prometer un fortalecimiento de los servicios públicos como la sanidad y la educación, ha mencionado la vivienda como pieza clave. “Es quizás la política pública que hay que desplegar con más energía”, ha reconocido, para luego advertir que si no se pone en riesgo la igualdad.
Para alcanzar esos retos, Illa ha apelado también a los acuerdos políticos amplios, especialmente en un momento de auge de la extrema derecha. “Nunca como ahora habían hecho tanta falta las coaliciones amplias de quienes, con matices y a veces diferencias, compartimos los valores de izquierdas”, ha dicho. En concreto, para cerrar el paso, según a defendido, a unos discursos de odio a los que la derecha “no sabe poner una línea roja”