Estos espacios deben garantizar para el futuro los principales sistemas naturales, pero los hábitats marinos aún están poco presentes en la red nacional, así como los ecosistemas esteparios
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El 30 de julio pasado, el Consejo de Ministros aprobó el proyecto para declarar el Mar de las Calmas de El Hierro el primer parque nacional 100% marino. Si todo sale bien, cuando el Congreso lo apruebe por ley, será el número 17 de una red destinada a “garantizar como legado para las generaciones futuras la conservación de una muestra representativa de los principales sistemas naturales españoles”. ¿Está completa esa red por fin o quedan deberes por hacer?
“El mar es, desde luego, donde hay más deficiencias”, explica Beatriz Ayala, técnica de WWF en Canarias, cuando se le pregunta cuál debería ser la prioridad. “Hay hábitats de gran valor y que todavía conservan un alto grado de naturalidad en el medio marino cuya protección debería reforzarse” prosigue. Y da un nombre concreto: “La zona de Guguy, en Gran Canaria”.
Sería un parque marítimo terrestre, como el archipiélago de Cabrera o las Islas Atlánticas, con uno de los mayores y mejor conservados sebadales (una planta del fondo marino), área de residencia de cetáceos y tortugas y endemismos botánicos en la costa como el cardonal tabaibal, el bosque termófilo y el amenazado cedro canario. “Y es una de las zonas más vírgenes de una isla tan machacada como es Gran Canaria”, remata Ayala.
Hay hábitats de gran valor y que todavía conservan un alto grado de naturalidad en el medio marino cuya protección debería reforzarse
Los sistemas naturales de los que habla la ley son hábitats y ecosistemas concretos que tienen que añadirse a la Red de Parques Nacionales. Hay 13 de tipo marino que deben protegerse y alguno todavía sigue huérfano como “los asociados a emanaciones gaseosas submarinas” que espera la declaración definitiva del Mar de las Calmas y su volcán Tagoro para entrar.
“Desde luego en el medio marino vamos con retraso”, coincide Theo Oberhuber, de Ecologistas en Acción. Para entender este retraso sirve comprobar cómo ciertos hábitats terrestres están ya hasta en 13 parques diferentes –otros en 11, en 10, o en ocho–, mientras cualquiera de los ecosistemas marinos de alto valor (como los corales profundos, las praderas de posidonia o seba o las áreas de paso y cría de cetáceos) están, como mucho, en dos parques nacionales.
Tierra adentro
Oberhuber también señala carencias tierra adentro. “El medio estepario, evidentemente, pero, además, habría que plantearse algunas ampliaciones importantes más allá de parques nuevos”. ¿Cuáles? El ecologista señala dos casos, según él, prioritarios: Ordesa y la Sierra de las Nieves.
Montes esteparios en Farlete / Eduardo Viñuales.
En el caso de los Pirineos, Oberhuber explica que llevan “años demandando que se amplíe para conectar con Francia y por algunas zonas que, aunque ahora no se ven amenazadas, sí lo van a estar en el medio o largo plazo”. Sobre la serranía en Málaga, recuerda, “desde el principio nació mal porque deja fuera gran parte de Sierra Bermeja. Hubo un compromiso para realizar una ampliación rápida, pero aún esperamos”. Muchas hectáreas de Sierra Bermeja ardieron en septiembre de 2021 antes de abordar su inclusión en el parque nacional.
Si el miembro de Ecologistas en Acción menciona el medio estepario, para la SEO-Birdlife este punto es primordial: “Los Monegros (Aragón) deben ser parque nacional”, afirman. “Los secarrales son ecosistemas de gran valor en proceso de extinción por los modelos de agricultura intensiva”, analizan.
La organización ha remitido una propuesta detallada al Ministerio de Transición Ecológica con más de 28.000 hectáreas donde se refugian especies esteparias y agrarias –como la alondra ricotí o el sisón– que van camino a la extinción. Este hábitat solo está presente en un punto de la red, el Parque Nacional de Sierra Nevada (Granada). “Y solo ocupa el 0,07% de su superficie”, aclaran en la SEO. “En Transición Ecológica recibieron bien nuestra propuesta, aunque añadieron que el proyecto tiene que contar con el respaldo del gobierno autonómico”.
Tenemos que recuperar el espíritu de conservación. Que los parques nacionales sean más intocables y eso se está perdiendo. Si no lo garantizamos ¿para qué los queremos?
Tanto la costa grancanaria de Guguy como Los Monegros cuentan con un proyecto concreto, pero eso indica poco. La primera propuesta para declarar un parque nacional en El Hierro se hizo en 2017. La aprobación del proyecto en Consejo de Ministros fue en julio de 2024. Y hace algunos días, el Parlamento de Canarias pidió la paralización del expediente hasta que haya, votaron los grupos, “pleno consenso” en la isla.
Theo Oberhuber analiza que “las declaraciones de parques han acabado por responder más a intereses socioeconómicos y políticos que de conservación. Las comunidades autónomas se han convertido en decisivas en el proceso y sin ellas no hay declaración”.
“Tenemos que recuperar el espíritu de conservación. Que los parques nacionales sean más intocables y eso se está perdiendo”, considera el ecologista. “Si no lo garantizamos, ¿para qué los queremos?”, remata.