Asuntos Internos investiga a un agente de la Ertzaintza por ser instructor de lucha para la organización ultra Desokupa

Este mismo funcionario se registró como mujer y generó una controversia en la comisaría de Irún porque las agentes se negaron a que usara sus vestuarios

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La unidad de Asuntos Internos de la Ertzaintza ha abierto una investigación al agente O. de P., destinado en la comisaría de Irún, por ser instructor en actividades formativas -en concreto de la modalidad de lucha ‘grappling’- de la organización ultaderechista Desokupa. El consejero de Seguridad, Bingen Zupiria, ha indicado en el Parlamento Vasco en respuesta a preguntas de EH Bildu que “tras tener conocimiento de estos hechos”, que el agente publicita con naturalidad en redes sociales y medios de comunicación y que son sobradamente conocidos en el cuerpo, se analizará si incurre en una vulneración del régimen de incompatibilidades.

Matiza Zupiria ante la petición de información del abertzale Julen Arzuaga que los hechos “están en fase de investigación y comprobación” y que, por lo tanto, aún no hay base para adelantar si habrá o no un expediente disciplinario. El consejero remarca que los ertzainas se han de atener a a la normativa de 1984, como el resto de los funcionarios. Preguntado si le preocupan las conexiones de miembros de la Policía vasca con organizaciones ultras, Zupiria indica que le inquietan “todos los aspectos” que afecten al “óptimo funcionamiento de la Ertzaintza”, sin entrar en más consideraciones.

O. de P. ha participado y ganado medallas en campeonatos de lucha. Tras ganar el campeonato de España de ‘grappling’ subió al podio con una camiseta de la Guardia Civil y una bandera de España que tenía también un emblema de esa institución. Se da la circunstancia, además, de que O. de P. se ha jactado igualmente de haberse registrado como mujer en España valiéndose de la reciente reforma legislativa para la comunidad trans. En su país de origen es hombre y ejerce como tal públicamente en el día a día, por ejemplo en las competiciones en las que participa. Este caso suscitó gran controversia porque las mujeres de su comisaría se quejaron de que quisiera cambiarse en sus vestuarios. Finalmente se habilitó un tercer espacio para su uso exclusivo.

Hay otro caso de un hombre agente de la Ertzaintza que se ha registrado como mujer. Este policía fue arrestado en agosto por agresión a su pareja. El asunto, finalmente, ha sido derivado a un juzgado de violencia contra la mujer al entender la Fiscalía que el cambio registral fue fraudulento y para evitar precisamente los agravantes de violencia de género. Informa Zupiria igualmente en el Parlamento que el ertzaina ya ha sido expedientado y que no tendrá abogados costeados por la Administración en este proceso penal. Eso sí, sigue cobrando “sus retribuciones básicas y ayuda familiar” aunque esté suspendido de sus funciones de manera cautelar.

Es la misma posición en la que se halla otro funcionario que está acusado de triple intento de homicidio por haber esgrimido su arma de fuego en Treviño, cerca de Vitoria pero técnicamente jurisdicción de Burgos. Inicialmente, denunció en julio haber sido víctima de un asalto y explicó que intentó perseguir a los tres presuntos ladrones, versión que desmontó Asuntos Internos. Recientemente se conoció que la unidad de Asuntos Internos de la Ertzaintza, que supervisa una plantilla de unos 7.400 efectivos ahora mismo, ha abierto 78 expedientes disciplinarios por faltas “graves” o “muy graves” desde 2022 y hasta el 26 de junio de 2024.

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