En nuestra sociedad tiene interés público con quiénes se acuestan el rey o la reina porque puede plantear problemas de legitimidad sucesoria. La intimidad sexual del monarca adquiere una relevancia social que no tiene la vida sexual de ninguno de nosotros
Por fin hemos visto algunas fotos del rey, Juan Carlos, con Bárbara ídem. El placer malsano de entrometerse en los momentos secretos de otra persona se ve incrementado por el gusto de comprobar visualmente uno de los mitos con los que todos crecimos: el del tórrido romance entre la y el monarca y los videos secretos de su fogosidad.
vedettePor lo general, la difusión de imágenes de cualquier momento íntimo de personajes públicos provoca reparo; hay mucho de indigno en entrometerse en los momentos privados de otra persona. Sin embargo, en esta ocasión las circunstancias son diferentes: lo que aparece en las fotos no es excepcionalmente íntimo, las fotos se tomaron para poder publicarlas –por iniciativa de una de las personas que participaba– y, sobre todo, la personalidad del rey emérito legitima en cierta manera la intromisión.