El caso es que los salarios reales llevan estancados desde hace 20 años y las familias de hoy tienen que invertir mucho, mucho más esfuerzo que sus padres, para conseguir una vivienda en propiedad
En estos días vamos a escuchar distintas propuestas sobre uno de los principales problemas globales de nuestro tiempo. Ninguna acertará, porque todas confunden el problema.
Y es que todos los partidos están hablando de la vivienda como si el problema que tenemos fuera habitacional -los jóvenes, que no pueden emanciparse o las familias, que no pueden pagar el alquiler- cuando, en realidad, lo que tenemos entre manos es un problema de reparto de la riqueza.
. Dos tercios. ¿Cómo puede ser esto? Resulta que durante la segunda parte del siglo XX se construyeron en todo el mundo centenares de millones de viviendas que se vendieron a la clase media con la promesa de que iban a funcionar como una reserva de valor de los ahorros de toda una vida.