La multinacional FedEx pretende echar a 96 empleados en España y llevarse trabajo a Marruecos y Turquía

La multinacional de transporte y logística ha iniciado un ERE para reducir puestos, que irá de la mano de deslocalizaciones y la subcontratación en países con mano de obra más barata

La multinacional FedEx, el gigante estadounidense de transporte y logística, pretende despedir a 96 trabajadores en España, sobre todo de las áreas de atención al cliente, ventas y nuevas tecnologías (IT). La medida se encuadra dentro de una estrategia a nivel europeo de reducción de “costes estructurales” y que, en el caso de España, va de la mano de la deslocalización y subcontratación de trabajos en países “con mano de obra más barata y menos derechos”, como Marruecos, explican desde UGT.

En junio, la matriz estadounidense de FedEx anunció su intención de reducir la plantilla de los equipos comerciales y de administración de FedEx en Europa “entre 1.700 y 2.000 personas”, dice el comunicado al que remite la multinacional a las preguntas de elDiario.es.

Con unos ingresos anuales de 88.000 millones de dólares a nivel mundial, el gigante FedEx presenta cuantiosos beneficios, aunque a la baja. Hace unos días ajustó su previsión para el primer trimestre de 2025, de 890 millones de dólares, respecto a los 1.160 millones de 2024.

Hace unos días, FedEx inició el procedimiento de despido colectivo (ERE) en España, donde emplea a unas 1.500 personas, que se ha concretado en su intención de extinguir esos 96 contratos de trabajo. Hay personas afectadas en “Madrid, Barcelona (Zona Franca), Bilbao, Vitoria, Zaragoza, Sevilla, Valencia, Málaga y Cádiz”, explican fuentes sindicales.

“La empresa tiene muchos beneficios y, aunque hay pérdida de clientes, es por otros motivos, como la integración aérea o proyectos estratégicos de la compañía que creemos que no han estado bien dirigidos. Pero pagamos los de siempre”, critican en UGT.

Subcontratar en Marruecos y deslocalizar “más barato”

FedEx ha argumentado el despido por “causas organizativas”, aunque con la información que ha trasladado a los representante de los trabajadores, UGT y CCOO denuncian que se trata de “un mero interés economicista” de la multinacional, indica Carlos Pellejero, secretario general de FSC-CCOO en Catalunya. “Quieren quitar trabajo con derechos y más protegido por mano de obra mucho más barata y menos derechos. Es lo que tenemos encima, ni más ni menos”, lamentan fuentes de UGT.

Los sindicatos explican que la compañía les ha informado de que “gran parte del expediente, sobre todo en atención al cliente, se va a externalizar y contratar en Marruecos”, explican en UGT. A esto se suma también una “deslocalización de puestos de trabajos a centros de FedEx en Turquía, Polonia y Portugal”.

Además, hay puestos de atención al cliente y de soporte tecnológico que supuestamente desaparecen debido a “la automatización de procesos con inteligencia artificial”, añaden las mismas fuentes.

La multinacional afirmó en su comunicado de recortes de personal en Europa que “ciertas actividades” se ubicarían en otros “que se encuentran en países que están mejor alineados con nuestras necesidades y la huella inmobiliaria existente de FedEx”.

Misma estrategia en 2021: ERE y trabajo a India

Los sindicatos, que ahora tratarán de reducir los despidos y garantizar a las personas que salgan las mejores condiciones posibles, afean la conducta “economicista” de FedEx, que además está generando temor entre la plantilla de cara al futuro. Porque llueve sobre mojado.

En 2021, la multinacional presentó otro ERE en España, que afectó a “182 personas”. “Anteriormente, hubo además dos procesos de modificación sustancial de condiciones de trabajo que también hizo que se marcharan algunos compañeros”, que no aceptaron los recortes, apuntan en UGT.

El despido colectivo de 2021 se saldó con otra externalización y deslocalización, en ese caso “a India”, donde se ubicaron principalmente los servicios de facturación de la compañía, explican en el sindicato.

Los representantes de los trabajadores critican estas maniobras empresariales, que consideran injustas con los trabajadores, pero que además ni siquiera siempre son “más baratas” ni eficaces para las compañías, ya que presentan sus propios problemas al sacar el trabajo del engranaje productivo. “Lo hemos visto con la facturación, con problemas y muchos errores. Ahora en ventas y atención al cliente nos tememos que sea peor”, afirman desde UGT.

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