Los Alvises son fenómenos de meteorología política que no se explican por sí mismos, sino que dependen del aumento del calentamiento global. Pueden ir a más o no, dependiendo de como vayamos reaccionando ante la amenaza que suponen cada uno de ellos
Cobrar 100.000 euros en negro: el último de la larga lista de problemas judiciales de Alvise
La trayectoria de Alvise puede ser analizada desde múltiples perspectivas. Las más expresivas son la perspectiva jurídica, en primer lugar, y la política, a continuación.
Jurídicamente hay que partir de que Alvise es parlamentario europeo y goza, en consecuencia, de fuero jurisdiccional y de inmunidad. Como consecuencia de ello, únicamente el Tribunal Supremo (TS) puede entender de su conducta, necesitando para ello dirigirse previamente al Parlamento Europeo para que levante la inmunidad de la que dispone.
En este caso es positivo que disponga de inmunidad, ya que, cuando el TS se dirija al Parlamento tendrá que identificar cuál o cuales son los delitos por los que solicita que se le levante la inmunidad para poder juzgarlo. El Parlamento europeo tendrá que poner en marcha el procedimiento previsto para este levantamiento de inmunidad, con lo que se producirá en sede parlamentaria europea un primer análisis de la trayectoria del eurodiputado en España antes de acceder a tal condición. Al mismo tiempo el Parlamento podrá contrastar la veracidad de la declaración que hizo Alvise acerca de sus ingresos y de su patrimonio en el momento previo a su toma de posesión del escaño.
Sobre las conductas presuntamente delictivas de Alvise hemos ido teniendo noticias por la investigación de elDiario.es y doy por supuesto que los lectores están al tanto de ellas. Pero una cosa es tener conocimiento por la información periodística y otra distinta tener conocimiento a través del Parlamento Europeo en un primer momento y del TS a continuación.
Hasta que sepamos cuáles son los delitos por los que Alvise puede ser procesado y, eventualmente, condenado no podremos saber si Alvise queda inhabilitado para el ejercicio del derecho de sufragio activo y pasivo y por cuánto tiempo. Una de las posibilidades que la eventual condena de Alvise comporta es la de que su carrera política quede interrumpida por un tiempo considerable. La fiesta puede acabarse para Alvise en el momento en que inicia su recorrido como parlamentario europeo. Pero eso no quiere decir que el fenómeno de meteorología política que el caso Alvise supone no se reproduzca.
Porque, desde una perspectiva política, el fenómeno Alvise supone un ejemplo más en el proceso de degradación de la democracia como forma política no solamente en España, sino en muchos otros países.
¿Se hubiera producido el fenómeno Alvise si Nigel Farage no hubiera hecho estallar al partido conservador británico con el referéndum del Brexit y sus consecuencias posteriores? ¿O sin la apropiación del Partido Republicano, primero, y de la Casa Blanca, después, por parte de Donald Trump en 2016?
Sin las grietas introducidas en los dos sistemas políticos que han tenido la mayor influencia en la imposición de la democracia a nivel mundial, es sumamente improbable, por no decir, imposible, que hubieran proliferado personajes como los Orban, Bolsonaro, Milei, Meloni, Abascal, Alvise…
De la misma manera que el avance del cambio climático está conduciendo a sequías espantosas y a inundaciones cada vez más devastadoras, la degradación de la democracia está generando una suerte de desorden en el que crecen personajes bufonescos como los ya mencionados. O que incluso conducen a que un presidente de la V República pueda acabar comportándose de una manera tan inequívocamente antidemocrática como lo ha hecho Emmanuel Macron.
La recesión democrática es una realidad visible desde hace ya bastantes años, pero es una amenaza de algo que puede ser mucho peor. El resultado de las elecciones presidenciales en Estados Unidos dentro de poco más de un mes va a ser el indicador más claro de hacia dónde nos dirigimos. Sin la presidencia de Trump de 2016 es posible que no supiéramos quién es Alvise. Con una nueva presidencia de Trump, es probable que el número de alvises en España y en otros muchos países europeos y americanos aumente de manera significativa.
Los alvises son fenómenos de meteorología política que no se explican por sí mismos, sino que dependen del aumento del calentamiento global. Pueden ir a más o no, dependiendo de como vayamos reaccionando ante la amenaza que suponen cada uno de ellos. El Alvise parlamentario europeo español es posible que haya quedado desactivado. Pero pueden surgir nuevos alvises, en España y fuera de España, si el clima político sigue siendo propicio para la emergencia de tales fenómenos.