La música tiene el poder de transportarnos a instantes concretos e incluso a mundos diferentes. En el caso de los videojuegos, esto es hasta más cierto, pues han dejado huella en la memoria colectiva. Otros impactos son más sutiles, e incluso pasan desapercibidos para algunas personas, como aquellas que el pasado verano, durante los Juegos Olímpicos, no reconocieron los compases de sonando en la rutina del equipo japonés de . La relevancia que tienen las composiciones de este medio es innegable, y hasta los Premios Grammy han comenzado a valorarlas con una categoría propia, pero ¿cómo se consigue una melodía inolvidable?