¿Dónde están los hombres?

Los hombres de mediana edad, que aún están metidos de lleno en su actividad profesional, dicen que no tienen tiempo para esas cosas, que cuando se acaba la jornada laboral solo quieren relajarse, no hacer nada que les requiera un esfuerzo intelectual

Hombres y mujeres trabajan durante la mayor parte del día. Luego, a veces después de una cerveza rápida con los compañeros, se van a casa y ahí empieza para la mayoría de la población la segunda jornada: todo lo que tiene que ver con los hijos, o los padres ancianos, la intendencia doméstica y las mil cosas que uno no se espera y que hay que resolver de inmediato. No queda demasiado tiempo libre para uno mismo y el poco que queda se suele dedicar a hacer deporte, ver películas, jugar a videojuegos, ver fútbol u otro deporte y, en menor medida, leer.

Hasta ahí hombres y mujeres van a la par, aunque ellos suelen tener, de media, casi dos horas más de tiempo libre al día que pueden dedicar a cosas personales, no a servir a la familia o la comunidad a la que pertenecen.

A pesar de que las mujeres disponen de menos tiempo, se da un fenómeno que, a mí al menos, me llama la atención.

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