La historia de los hermanos malienses que sobrevivieron al peor naufragio de la ruta canaria

Un panadero de 30 años sigue ingresado en el hospital de El Hierro, al que llegó la madrugada de la tragedia con signos de hipotermia: »Está tranquilo, pero aún no ha hablado con su familia»

Hemeroteca – Nueve muertos y 54 desaparecidos en la mayor tragedia migratoria ocurrida en Canarias

A las tres de la mañana sonó el teléfono en el pequeño hospital de El Hierro. Un cayuco había volcado a solo cuatro millas de la isla y Salvamento luchaba por sacar del agua a los migrantes. Los sanitarios prepararon el centro a contrarreloj, creyendo que llegarían decenas de pacientes, pero solo llegaron tres. »¿No van a traer a nadie más? ¿No hay nadie más que haya sobrevivido?», se preguntaron. »Se quedaron pasmados, súper tristes. Completamente desolados», narra al otro lado del teléfono la médico de Urgencias Inmaculada Mora. Los trabajadores ya intuían la gran tragedia, que ha terminado por ser la peor registrada en las costas de Canarias y que solo ha dejado 27 supervivientes.

Entre los tres pacientes había dos hermanos de Mali, de 18 y 30 años. Salieron juntos de Nuadibú, Mauritania. La comida y el agua se acabaron al cuarto día. También se agotó la batería del motor, dejando a 90 personas a la deriva. Al sexto, vieron hundirse a más de 40 personas en la oscuridad. Ya a salvo, reconocen que haber aprendido a nadar en los ríos de su país les salvó de la muerte. Los trabajadores del hospital ya han comunicado a las autoridades competentes que ambos supervivientes son familia, para que puedan ser acogidos en el mismo recurso.

Los cadáveres de nueve personas pudieron ser recuperados, y un amplio dispositivo busca por tierra, mar y aire a otros 54 migrantes, pero la esperanza de encontrar más cuerpos se diluye con el paso de las horas. La posibilidad de que los restos de los desaparecidos salgan a la superficie va disminuyendo por la gran profundidad de la zona en la que se produjo el naufragio, según ha explicado el delegado del Gobierno en Canarias, Anselmo Pestana. Las corrientes marinas son una dificultad añadida. Hasta ahora, Salvamento Marítimo solo ha encontrado una mochila en la zona del naufragio.

La madrugada de la catástrofe, los trabajadores del hospital no dejaron de esperar la llegada de nuevos supervivientes, pero no aparecieron. »Muchos de ellos no saben nadar. Para algunos incluso es la primera vez que ven el mar. Tampoco llevan chalecos salvavidas y, además, pasan días sin moverse. Es muy difícil que puedan aguantar un poco en el agua hasta ser rescatados», explica la doctora. Aunque reconoce que ella y sus compañeros están devastados, no deja de pensar en los marineros de Salvamento que trataron de salvar a los migrantes. “Ellos sí que tienen que estar mal», insiste.


Asistencia en el muelle de La Restinga a un cayuco con 77 personas

De los 27 rescatados, solo tres pasaron por el hospital insular. Presentaban cuadros de hipotermia y traumatismos. “Los tres vinieron con hipotermia y mojados al haber estado en el mar de noche”, cuenta la sanitaria. Dos de ellos ya han recibido el alta. En el centro, solo queda el mayor de los dos hermanos malienses junto a otros cinco migrantes de diferentes cayucos. El hombre de 30 años trabajaba como panadero en su país de origen, que lleva décadas sumido en un conflicto armado.  Ahora, evoluciona de forma favorable, según cuenta la sanitaria que lo atiende. “Está tranquilo, pero aún no ha hablado con su familia”, asegura la médico de Urgencias.

En su misma habitación, un joven de 17 años aún se recupera de las secuelas físicas y mentales de su travesía. »Llegó el día anterior al naufragio desde Gambia. Llevaba nueve días en el mar y cuatro o cinco sin beber agua», explica la doctora. El menor »no sabe bien qué le pasó, pero perdió la cabeza». Sus compañeros de viaje tuvieron que atarlo de pies y manos para evitar que se pusiera en peligro a él o a los demás ocupantes. »Tiene importantes heridas infectadas en las muñecas y las manos completamente engarrotadas. No puede estirarlas», apunta Inmaculada Mora. 

Mientras tanto, nuevos cayucos siguen llegando al muelle de La Restinga. Este lunes han sido rescatadas dos embarcaciones con 77 y 35 personas, entre ellas, varias menores de edad. Según ha informado Efe, el primer grupo estaba formado por cuatro mujeres, tres menores, y 70 hombres, y fue localizado a 17 millas de El Hierro. La segunda embarcación fue hallada a nueve kilómetros de la costa y entre los ocupantes había nacionales de Mali, Mauritania, Senegal y Guinea-Conakry. Los supervivientes relataron a los servicios de emergencia que habían salido hace cuatro días desde Nuadibú, Mauritania. El mismo punto del que partió el cayuco accidentado.

Un hombre tuvo que ser ingresado de inmediato por una hipotermia severa. »Todavía no ha recuperado la conciencia. Su temperatura es de 28 grados», relata la médico. En el hospital de El Hierro ya han acondicionado el salón de actos por si ocurre una nueva catástrofe. »Espero que no tengamos que utilizarlo», dice Mora.

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