Patriotas por Europa considera que es una «discriminación» quedarse fuera de los órganos de representación de la Eurocámara y en las mesas de las comisiones. Los grupos mayoritarios y progresistas ajustan los números para dejar fuera a los grupos más ultras
El Partido Popular Europeo impondrá al grupo de Vox el cordón sanitario que no tiene en España
El grupo de ultraderecha Patriotas por Europa, del que forma parte Vox, ha denunciado al Parlamento Europeo por la aplicación del cordón sanitario que les deja fuera de los puestos de representación, como las vicepresidencias de la institución o los puestos en las mesas de las comisiones. Para el grupo, eso supone una “discriminación” y ha llevado el asunto al Tribunal General de la UE (TGUE).
La distribución de esos cargos se realiza mediante el sistema d’Hondt en función de la representación y la mayoría de fuerzas juegan con sus votos para apartar a las fuerzas más ultras (Patriotas por Europa y Soberanistas por Europa). El Partido Popular Europeo deja fuera del aislamiento a los Conservadores y Reformistas (ECR), que lideran los Fratelli d’Italia y los polacos de Ley y Justicia.
“Los Patriotas por Europa queremos que los resultados de las elecciones celebradas democráticamente en los Estados miembros se reflejen en los órganos de gobierno del Parlamento Europeo sin ninguna discriminación”, señalan en un comunicado recogido por la Agencia EFE.
A pesar de que la demanda se dirige contra la Eurocámara, con la petición de que se anulen las decisiones del reparto de cargos desde que se inició la legislatura en julio, el cordón sanitario es una decisión que toman los grupos políticos y ninguna norma establece que la tercera fuerza tenga que tener una representación correspondiente en los puestos relevantes.
“La naturaleza discriminatoria de la decisión viola el principio de que todos los eurodiputados deben poder ejercer por completo el mandato que han recibido de sus votantes”, argumenta la demanda firmada por el líder del grupo, el delfín de Marine Le Pen, Jordan Bardella, y la vicepresidenta del grupo, Kinga Gál (perteneciente al Fidesz de Viktor Orbán).
Una de las consecuencias del cambio de chaqueta de Vox en el Parlamento Europeo ha sido que esta legislatura sí sufre el cordón sanitario del resto de formaciones y que el Partido Popular Europeo no le aplicaba cuando formaba parte de la familia de la ultraderechista italiana Giorgia Meloni. Esta misma semana el eurodiputado de Vox Hermann Tertsch se quedó sin vicepresidencia de la delegación para las relaciones de la UE con América Latina. En esa ocasión se la arrebató el PPE presentando un candidato, a pesar de que el puesto tendría que haber recaído en La Izquierda.
También el jefe de la delegación de Vox, Jorge Buxadé, se quedó fuera de la Mesa de la Comisión de Medio Ambiente. La vicepresidenta cuarta a la que se presentó fue a parar a a un eurodiputado húngaro del PPE gracias a la alianza del resto de fuerzas.