El juicio, que debió empezar el pasado lunes, arrancará el 6 de octubre de 2025, al presentar un parte médico el abogado del empresario en el que alegaba ansiedad; tres días antes el mismo letrado había intentado aplazar la vista asegurando que no le había dado tiempo a preparla
La defensa de Javier López Madrid ha logrado que se retrase hasta octubre de 2025 el juicio por acoso, coacciones y lesiones a Elisa Pinto que se iba a celebrar a partir del lunes contra el empresario y también contra el comisario jubilado José Manuel Villarejo. El 23 de septiembre, el abogado de López Madrid alegó sin éxito que no había tenido tiempo de preparar un juicio cuya fecha se fijó hace diez meses y, tras la negativa de la jueza, tres días después presentó un parte médico por ansiedad que ha terminado por provocar el aplazamiento de la vista un año.
El retraso del juicio al poderoso empresario y al comisario de las cloacas abunda en la lentitud del proceso contra ambos. La primera denuncia de la doctora Pinto por el presunto acoso de López Madrid data de octubre de 2013, hace ahora 11 años. La vista ha sido fijada en distintas sesiones entre el 6 de octubre y el 31 de octubre de 2025, según la diligencia de ordenación dictada por el Juzgado de lo Penal número 10 de Madrid.
El Juzgado decidió aplazar la vista pese a que López Madrid está representado en la causa por tres abogados y después de que el principal presentara el parte de ansiedad. El médico que le atendió ni siquiera le dio la baja laboral. Solo le recomendó reducir el trabajo y tomar un ansiolítico al día.
En la diligencia, la letrada de la Administración de Justicia previene contra nuevas maniobras al asegurar que “este plazo de señalamiento es suficiente para poder preparar adecuadamente el juicio, así como para plantear todas las cuestiones que sean de interés para las partes con la antelación necesaria a la fecha de inicio, con tiempo para su resolución y las impugnaciones que procedan”.
La proximidad del juicio contra López Madrid y el comisario Villarejo habían despertado movimientos que reproducen la época más efervescente de las cloacas policiales y sus entornos. A once días de la que iba ser fecha de arranque de la vista, un abogado presentó un escrito ante el tribunal asegurando que la imputación de Villarejo resulta de la manipulación y el concierto entre la doctora Pinto y un comisario, Jaime Barrado, que investigó el acoso a la mujer durante un tiempo.
Los hechos que denuncia ahora ese abogado ocurrieron hace más de nueve años, cuando la doctora reconoció a Villarejo en un reconocimiento fotográfico al que la citó el comisario Barrado. Según el letrado denunciante, tanto él como otro abogado escucharon de boca del comisario Barrado que todo era un montaje para acusar a Villarejo.
La lista del testigos que desfilarán por el juicio incluye a algunos de los más destacados miembros de la brigada política del PP, incluido su artífice, el comisario Eugenio Pino, director operativo de la Policía entonces. O el comisario Andrés Gómez Gordo, recientemente condenado en el caso Ciudad de la Justicia y que se sentará en el banquillo de la operación Kitchen junto a Pino.
En el juicio por el acoso a la mujer, ambos policías deberán responder sobre las maniobras para evitar que Villarejo se sometiera a la rueda de reconocimiento que finalmente tuvo lugar en 2017 y que precedió a su imputación por haber pinchado presuntamente a la doctora tres años antes mientras le decía: “López Madrid quiere que cierres la boca”. La Fiscalía pide 13 años y dos meses de cárcel para cada uno de los dos acusados, Villarejo y López Madrid.