Vivir y trabajar bajo la amenaza de inundación: «El agua acaba pidiendo sus escrituras de propiedad”

El 25% de los habitantes de Palma residen en zonas en peligro cuando un torrente se desborda. El último gran episodio fue en 2018, cuando la torrentada en el pueblo de Sant Llorenç provocó el fallecimiento de 13 personas. “El peligro es mucho mayor que entonces”, según Joan Estrany, geógrafo

La amenaza de la riada: lluvias cada vez más violentas causan inundaciones súbitas en un territorio ‘superurbanizado’

Carlos Torres es camarero desde hace más de 30 de años del Bar Bosch. “Una hora de lluvia intensa basta para que el establecimiento se inunde, tenemos un canal dentro del bar”, explica. La pendiente de la avenida Jaime III, conocida como la Milla de Oro de Palma, hace que se convierta en un río que desemboca en la Plaza de las Tortugas, al final de la calle, y el primer lugar donde rompe es el Bar Bosch. Él es uno de los afectados que vive o trabaja en las zonas inundables de Palma: hasta 123.000 personas (el 25% de la población) residen en estos espacios y muchos de ellos ni siquiera lo saben.

Carlos cuenta que es tan frecuente que el agua se cuele dentro del bar que “hasta los extranjeros han estado aquí achicando agua”. Bromea y dice que “achicar agua es otra de sus tareas como camarero”. Pero también resalta que los turistas “alucinan con que esto pase en una ciudad como Palma, no lo entienden, ellos viven en zonas europeas donde llueve más y no se inundan los bares a la mínima”.

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