El Ayuntamiento ha presentado las ordenanzas fiscales de 2025, en las que también figura un incremento de la tasa de residuos y bonificaciones de impuestos para actividades “de especial interés municipal”
Comuns y ERC exigen a Collboni aumentar impuestos al turismo a cambio de apoyar las ordenanzas fiscales
El Ayuntamiento de Barcelona propone apretar fiscalmente al sector turístico. Así se desgrana de la propuesta de ordenanzas fiscales que el concejal de Economía, Jordi Martí, ha presentado esta mañana. El alcalde Jaume Collboni ha escuchado a las peticiones de Comuns y ERC, que exigían más presión fiscal para el sector a cambio de sus votos. Unos votos que el socialista necesita para sacar adelante las ordenanzas, primero, y los presupuestos, después.
Collboni ha incorporado una de las tres exigencias de los Comuns: aumentar el IBI a los hoteles de lujo. Los de Janet Sanz proponían que todos los inmuebles cuyo valor catastral fuera de más de 5,2 millones de euros pagaran el máximo IBI permitido por ley: un 1,6% frente al 1% que pagan actualmente. Pero el consistorio ha decidido apostar por una subida bastante más modesta y quedarse en el 1,08%.
Esta subida afectará a 233 inmuebles del sector del ocio y de la hostelería -208 de los cuales son hoteles. Además, también se sumarán aquellos catalogados como Bienes Inmuebles de Características Especiales (BICES) que se dediquen a la actividad turística como las terminales de cruceros. Para ellos, Collboni propone un incremento progresivo en tres años para pasar del 0,8% que pagan actualmente a un 1,3% en 2027. Según cálculos municipales, esta medida supondrá un incremento recaudatorio de 4,42 millones de cara a 2025.
El Ayuntamiento también ha puesto en el punto de mira a los autobuses que transportan turistas, normalmente, a zonas de alto interés y tensionadas como la Sagrada Família o el Park Güell. El tráfico y la acumulación de vehículos aparcados ha causado problemas en el vecindario y Collboni quiere responder limitando los permisos y aumentando las tasas.
El consistorio quiere introducir una nueva tasa de 35 euros diarios para acceder a zonas céntricas de la ciudad. Además, aquellos autobuses que quieran estacionar cerca de una atracción turística deberán obtener un permiso diario y haber reservado una zona para aparcar. Todo ello se suma a la tasa de ocupación público que los autocares ya pagan, pero que el consistorio quiere incrementar en un 12%. Con todo, el consistorio prevé reducir a la mitad el número de autocares que circularán por la ciudad y recaudar 3 millones de euros, en lugar de uno.
Aumento de la tasa de residuos y reducción del Impuesto de Actividades Económicas
La única modificación fiscal que afecta a la ciudadanía es la de la tasa de residuos, que aumentará entre 5 y 10 euros anuales. Pero se trata de una medida para dar cumplimiento a la ley de residuos, que determina la existencia de una tasa que cubra la totalidad del servicio, según apuntan desde el consistorio. Para poder llegar a ese punto, se requiere una subida que situará el impuesto entre 32,9 y 51,38 euros al año dependiendo de la categoría del contador de cada hogar.
Las bonificaciones existentes se mantendrán y se añadirán otras para premiar buenas conductas ambientales. Por ejemplo, habrá una bonificación en el IBI para aquellas fincas que tengan placas solares.
Por otro lado, Collboni, en cumplimiento de lo que ya anunció hace unos meses, propone bonificar el Impuesto de Actividades Económicas para “atraer empresas que innoven y apuesten por el conocimiento”. Se prevén reducciones a partir del 50% para inversiones en activos fijos de más de un millón. Las actividades que sean declaradas de especial interés municipal podrán llegar a tener bonificaciones del 95% si sus inversiones superan los 5 millones de euros o si generan 150 puestos de trabajo de calidad. De momento, el Ayuntamiento no ha aclarado qué tipo de proyectos entrarán en esta categoría.
Inicio de la negociación presupuestaria
Estas modificaciones de las ordenanzas se llevarán a la Comisión de Economía y Hacienda el próximo 16 de octubre y, de ahí, se llevarán al pleno municipal para su aprobación. El año pasado, Collboni no logró sacarlas adelante después de que se quedara solo en la votación y tuviera que seguir con las de 2023. Este año, al haber incorporado peticiones de ERC y los Comuns, se espera que el resultado pueda ser diferente.
Las ordenanzas son la primera toma de contacto para la votación de los presupuestos, que esta vez se dará entre diciembre de 2024 y enero de 2025, una vez hayan acabado los congresos que Junts, ERC y los Comuns tienen este otoño y que, en buena medida, determinarán el sentido de voto de estas formaciones tanto en el Ayuntamiento, como en la Generalitat o el Congreso.