Helena Solà y Alfred Bosch lideran una lista que enmienda la gestión anterior y el paso de ERC por el Govern y quiere revisar los pactos con los socialistas
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Un runrún se extiende por los círculos militantes de ERC en las últimas semanas. “Cuidado con los del Alfred”, se murmura de forma unánime entre partidarios y detractores, tanto en candidaturas rivales como en estructuras del partido que saben que no sobrevivirán al congreso de noviembre. La persona a la que se refieren es Alfred Bosch y los suyos son la candidatura de Foc Nou, el equipo que quiere rivalizar por la dirección de ERC tanto con Oriol Junqueras como con Xavier Godàs, el aspirante respaldado por Marta Rovira.
Foc Nou está, como ellos mismos reconocen, lejos de los dos principales candidatos. Junqueras y su candidatura, Militancia Decidim, llevan tiempo trabajándose las bases del partido, municipio a municipio, mientras que la Nova Esquerra Nacional cuenta con decenas de nombres propios y recoge el testigo de Rovira y Pere Aragonès.
El exconseller Alfred Bosch, candidato a la secretaría general, y la candidata a la presidencia, Helena Solà, tienen mucho menos campo de acción que Junqueras y Godàs. Pero cuentan con un as en la manga: la forma de elegir la dirección en ERC.
En todos los partidos la toma de decisiones refleja su cultura organizativa, su historia y, en muchas ocasiones, sus traumas. En ERC aún se recuerda con disgusto el congreso de 2008, cuando medio partido pasó a cuchillo a su otra mitad, con hasta dos escisiones y un bache electoral que tardaría en remontarse. Por eso, desde entonces, ninguna candidatura puede quedarse con la ejecutiva del partido sin conseguir, al menos, el 50% de los votos de los militantes.
La fórmula para elegir a la dirección de ERC en la votación que tendrá lugar el próximo 30 de noviembre se parece al de las elecciones francesas. Si una candidatura obtiene en primera votación más de la mitad de los votos, gana y ahí acaba todo. Pero si ninguna consigue pasar esa barrera, la votación se repetirá dos semanas después entre los dos que hayan quedado primeros. Y esta vía da muchas posibilidades a los terceros de estar en la ejecutiva ganadora, porque les permite pactar y sumar votos.
Esta es la razón por la que el “cuidado con los del Alfred” se ha extendido. Porque, gracias al sistema electoral, Foc Nou podría tener la llave para decidir quién vence en el congreso de ERC. Y eso pese a que la candidata a la presidencia, Solà, es una persona casi desconocida, mientras que Bosch salió con polémica del Govern en 2020, acusado de encubrir el supuesto acoso sexual de su jefe de gabinete hacia una trabajadora.
“Somos más que una candidatura anti-PSC”
Pero, ¿qué defiende Foc Nou? “Queremos aglutinar el voto del no [a la consulta sobre al investidura de Salvador Illa], pero también se nos acerca gente que votó sí con una pinza en la nariz”, explica Jordi Orobitg, exdiputado y portavoz de la candidatura. Según indica, entienden y no rechazan que se les haya puesto la etiqueta de “candidatura anti-PSC”, pero reivindica que son “mucho más”. “Queremos liderar la unidad del independentismo, nosotros no hemos tirado la toalla como dijo Rovira, y queremos introducir una regeneración en todo el partido, comenzando por los procesos internos de decisión”, explica.
“Están siendo muy hábiles capitalizando el voto del no al PSC”, afirma una fuente alineada con otra candidatura. “En julio el 44% de la militancia votó que no. Si consiguen convencer a la mayoría de esos, se convertirán en un activo muy fuerte, quizás incluso con opciones para llegar segundos”, razona este militante.
Más allá de especulaciones sobre los resultados, que están muy abiertos, todo el mundo ve que Alfred Bosch y los suyos puede acabar teniendo la llave de la mayoría. Lo que significa que es probable que en la próxima dirección del partido haya voces muy críticas con los acuerdos de ERC con el PSC, tanto a nivel del Govern como en los ayuntamientos catalanes, pero también con el PSOE en el Congreso. Una circunstancia que en el partido no esperaban o, al menos no tan pronto.
Enmienda al junquerismo pero también a Aragonès
“Foc nou” es una expresión equivalente en castellano a “borrón y cuenta nueva”. Un nombre que encaja con bastante precisión con el espíritu de la candidatura que lideran Solà y Bosch: una enmienda a los 14 años de junquerismo pero, también una revisión crítica del paso de ERC por el Govern.
Desde la candidatura aseguran que son muy críticos con la “verticalidad” que ha dominado el partido en los últimos años donde, según denuncian, se han formado “capillitas” que acaban hurtando el debate a los órganos de dirección. “Con Junqueras sería más de lo mismo”, aseguran, “pero también Rovira es responsable de que eso haya pasado y la candidatura de Godàs no garantiza que cambie”.
Respecto al paso de ERC por el Govern, en Foc nou creen que el hundimiento tuvo que ver con “no haber sido fideles” a los valores de ERC. “Hemos querido agradar a todo el mundo y no hemos gustado a nadie. Y hemos querido agradar especialmente a sectores más acomodados que luego nunca nos apoyan”, resume Orobitg. “Deberíamos haber dicho claro que no estábamos a favor de cosas como la ampliación de El Prat por las bravas o del Hard Rock, en vez de escondernos y esperar que pasara la tormenta”, añade.
Pero esa critica doble a lo que representa la candidatura de Junqueras y también la de Godás abona el interrogante respecto a quién elegirá Foc nou como compañero de viaje en el caso de que haya segunda vuelta. “Con el programa en la mano, con ambos tenemos diferencias y semejanzas. Ahora bien, una de nuestras señas de identidad es que deseamos separar a los cargos de partido de los institucionales, es decir, que presidenta y secretario general del partido no se presenten a las elecciones”, resume Orobitg. Una línea roja que, si la mantienen, les haría incompatibles con Junqueras.