El día amaneció con el PSOE y el PP machacándose por los casos de corrupción de sus gobiernos y terminó con el Tribunal Supremo cumpliendo los pronósticos que había hecho el jefe de gabinete de Díaz Ayuso
El Supremo abre una causa contra el fiscal general por revelación de secretos tras la querella de la pareja de Ayuso
Es un chiste típico entre periodistas imaginarse una pregunta inaudita y vergonzante de la que el interpelado no podrá salir indemne. Algo así como: ¿mantuvo relaciones sexuales con una cabra? Si el político lo niega escandalizado, que es lo más probable, el titular está ya cocinado: Fulano niega haber mantenido relaciones sexuales con una cabra. En cuerpo bien grande. A partir de ese momento, es posible que, cada vez que aparezca el nombre de Fulano, la gente no se quite de la cabeza la imagen del titular y de algo más. Lo negó, pero ya sabemos que los políticos no siempre dicen la verdad, ¿no?
Eso es lo que vino a hacer Alberto Núñez Feijóo en la sesión de control del miércoles. Se avecinaba borrascosa y acabó siendo un huracán de fuerza cinco que se llevó por delante los restos de decencia de algunos parlamentarios. El líder del PP inició su intervención con esta pregunta: “Señor Sánchez, ¿podría decir a los españoles cuántas veces, dónde y sobre qué hablaron usted o su mujer con el señor Víctor de Aldama, actualmente en prisión?”. Es decir, como lo de la cabra, pero relacionado con el caso Koldo.