«¿El tratamiento con prasterona en óvulos es efectivo en mujeres con menopausia?»

La menopausia trae consigo cambios hormonales que pueden provocar sequedad vaginal, molestias al orinar y otras incomodidades asociadas al síndrome genitourinario menopáusico, pero afortunadamente existen diversas opciones terapéuticas para aliviar estos síntomas y mejorar la calidad de vida

Más consultas – “¿Algún tratamiento para la sequedad vaginal por menopausia? ¿Qué marca es más efectiva?”

Tengo entendido que el tratamiento con prasterona en óvulos es efectivo en mujeres con menopausia, pero me dicen que no lo financia la Seguridad Social. ¿Es así? Muchas gracias. Chus

Idealmente, desde los primeros síntomas de sequedad habría que valorar en la consulta ginecológica y poner el tratamiento que sea necesario, dado que con el tiempo pasamos de la sequedad a la atrofia, y esta podría hacerse muy severa a medida que avanza sin ser tratada, afectando, no solo a la vagina, sino también a la uretra. Esto daría lugar a una mezcla de síntomas vulvovaginales y urinarios (sequedad, dolor con las relaciones, escozor, dolor al orinar, infecciones urinarias de repetición…), lo que llamaríamos síndrome genitourinario. El tratamiento del síndrome genitourinario podría ser más complejo pudiendo requerir atención por diferentes especialidades: ginecología, urología, fisioterapia de suelo pélvico… 

A continuación explico algunas terapias diferentes para la vulvovaginitis atrófica de la menopausia:

Hidratantes vaginales: proporcionan alivio sintomático a corto plazo, son útiles para prevención o como complemento a los tratamientos. No están financiadas.
Estrógenos vaginales: suelen utilizarse como tratamiento de primera línea en la vulvovaginitis atrófica. Se presentan en diferentes formas (cremas, óvulos, anillos) y ofrecen un alivio rápido y eficaz de los síntomas. Muchos de estos estrógenos vaginales están financiados.
Prasterona: este precursor hormonal, aplicado localmente en la vagina, se convierte en estrógenos y andrógenos dentro de las células en la vagina, mejorando la lubricación, sensibilidad y elasticidad vaginal. Desafortunadamente, la prasterona no está financiada por la Seguridad Social, lo que significa que las pacientes deben asumir el coste del tratamiento.
Terapia hormonal de reemplazo: en caso de que una mujer requiera tratamiento hormonal de reemplazo por alguna razón médica, este tratamiento también serviría para la vulvovaginitis atrófica. Hay muchos tipos de terapias de reemplazo, y las hay financiadas.
Tratamientos regenerativos: como la radiofrecuencia, láser, infiltraciones de ácido hialurónico, plasma rico en plaquetas… Estos tratamientos no están financiados.

La falta de financiación en algunos de estos tratamientos puede limitar el acceso a muchas mujeres que podrían beneficiarse de ellos. Es importante que las mujeres puedan acceder a la información necesaria para tomar decisiones informadas sobre su salud. 

Si estás considerando este tratamiento, te animo a que consultes con tu ginecólogo o ginecóloga de confianza para discutir todas las opciones disponibles y tomar una decisión que se ajuste a tus necesidades y circunstancias personales. 

Sería fundamental seguir abogando por una mayor cobertura de tratamientos efectivos para la menopausia y empoderar a las mujeres a buscar la atención que se merecen.

Publicaciones relacionadas