El presunto agresor habría dado besos a los niños, uno de los cuales afirmaba que «pinchaba» con su vello facial poco rasurado
En ocho de cada diez agresiones sexuales en la infancia en la Comunitat Valenciana la víctima es una niña o una adolescente
Actitudes “demasiado cariñosas” con niños de cuatro años como besos que tuvieron lugar fuera de espacios comunes de un centro escolar valenciano, esta es la denuncia que ha señalado a un profesor de religión que ha sido detenido como presunto autor de agresiones sexuales hasta un total de seis niños de Educación Infantil.
Así lo avanza el diario Levante–EMV que explica que los hechos se han conocido después que el pasado viernes 4 de octubre una madre acudió al colegio para denunciar posibles abusos del profesor a su hijo de cuatro años. La alerta saltó a la mujer cuando vio a su hijo jugando con unos muñecos a los que puso nombres de compañeros de clase, pero a uno de ellos le puso el del profesor de religión con el que daba besos a los otros. Preguntado el niño por estas acciones este contestó que el profesor les “pinchaba” con su vello facial poco rasurado cuando les daba besos.
La madre acudió a la escuela a denunciar antes que a la policía, y el centro educativo puso en marcha el protocolo de abusos sexuales de la Conselleria de Educación, por lo que se apartó al docente y se informó a la Fiscalía de Menores. El lunes siguiente la madre volvió al centro en estado alterado y tras una trifulca al día siguiente la mujer denunció las presuntas agresiones en comisaría.
Entre los nombres dados como niños posibles víctimas estaban los dos con los que el primer niño jugaba con sus muñecos, y estos menores también han apuntado episodios que entroncarían con agresiones sexuales, pero que no lo dijeron a sus padres por vergüenza. Tras ellos son un total de seis los niños –todos de la misma clase de infantil– los que habrían testimoniado presuntos delitos de agresión sexual de este profesor de religión.
Tras todo ello la policía detenía este jueves al profesor señalado en su domicilio, donde han requisado ordenadores y otros dispositivos electrónicos que pudiesen almacenar archivos de contenido pedófilo para volcar sus contenidos y analizarlos.