En las zonas más pobres del planeta ser mordido por una serpiente venenosa forma parte de la realidad cotidiana y cada segundo que pasa hasta el tratamiento con el antídoto es una cuestión de vida o muerte. “A la hora que transcurre entre la mordedura y el tratamiento la llamamos la ”, explica , médico experto en mordeduras de serpiente de Médicos Sin Fronteras (MSF) que lleva años trabajando en países como Sudán del Sur, Camerún o Nepal.