Errejón y las mujeres

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Hola,

El jueves por la noche llegó un correo a [email protected], el buzón que usamos para que cualquier persona pueda pasar información comprometida a la redacción (aquí explicamos cómo funciona). Era una mujer joven. Una de las muchas que mantuvieron una relación con Íñigo Errejón y que esta semana, tras la dimisión del portavoz de Sumar, están saliendo a contar lo que vivieron, lo que sufrieron, lo que durante mucho tiempo han preferido olvidar.

Una de nuestras periodistas, la subdirectora de la sección de Sociedad, Natalia Chientaroli, habló con ella esa misma noche. A través de otras fuentes y pruebas, al día siguiente, pudo corroborar que era veraz lo que nos contaba. Y a su testimonio ha sumado la voz de distintas expertas que analizan qué hay detrás: qué tipo de daños provoca a una persona una relación así. Cómo esta mujer acabó accediendo a prácticas que no quería hacer y que provocaron en ella un enorme desgarro personal. Hemos omitido todos los detalles escabrosos –innecesarios para entender lo que pasó–. Pero el patrón de este testimonio y de muchos otros que estamos conociendo estos días es siempre similar. Mujeres fascinadas por un político famoso, al que se presupone una sensibilidad, un orador inteligente, alguien con una enorme capacidad de seducción. Una persona que utiliza ese poder para –en palabras de las mujeres que hoy le señalan– “dominar” y “humillar” a esas personas, sin la más mínima empatía. 

“He llegado al límite de la contradicción entre el personaje y la persona”, escribía este jueves Íñigo Errejón, en una carta donde faltaba algo básico: pedir perdón. Pero es evidente la contradicción: el mismo político que ponía en el centro el necesario debate sobre la salud mental distaba mucho de cuidar la salud mental de sus parejas. El mismo líder que se declaraba feminista hoy está pendiente de una denuncia ante la Policía, acusado de una agresión sexual

Esa denuncia ya ha llegado al juzgado 47 de Madrid. El caso lo llevará el juez Adolfo Carretero, un magistrado bastante polémico –es el mismo que imputó a Dani Mateo por un chiste donde se sonaba los mocos con la bandera de España, o el que más recientemente llevó el caso de los comisionistas de las mascarillas del Ayuntamiento de Madrid–. Y será allí donde Errejón tendrá la oportunidad de defenderse. Hasta ahora, más allá de la carta que envió en redes sociales, no ha querido hacer ninguna declaración más. 

“Es horroroso y demoledor”, asegura Mónica García, la actual líder del partido que fundó Íñigo Errejón, Más Madrid. Que añade algo importante: “No hemos sabido hacer lo suficiente”.

Hace un año, poco antes de la campaña de las elecciones generales, una mujer en redes sociales denunció anónimamente a Errejón. Le acusaba de tocamientos no consentidos durante un concierto en Castellón, en un festival feminista. Y en el hilo de Twitter donde explicaba lo ocurrido contaba también que una “amiga de Errejón”, Loreto Arenillas, la llamó para ejercer de “mediadora” para “remediar la situación”. 

Poco después, la chica anónima borró su cuenta de las redes sociales. Loreto Arenillas, además de diputada, era la portavoz de Mujer de Más Madrid. Hace unas horas, el partido ha forzado su dimisión.

Hace mucho tiempo que en Madrid circulaban todo tipo de rumores sobre Íñigo Errejón. Y sobre muchos otros políticos más. ¿Datos concretos, suficientes para publicar? No los había. A diferencia de lo ocurrido esta semana, no teníamos a ninguna mujer dispuesta a hablar. A nadie que quisiera contar, en primera persona, lo que hoy sí sabemos. Hace un año, cuando esta chica anónima denunció esos tocamientos en un concierto en Castellón, en elDiario.es tratamos de localizarla y corroborar la veracidad de esa acusación. No logramos hablar con ella.

Esta misma semana, hemos publicado una investigación sobre uno de los fundadores de Ecologistas en Acción, Santiago Martín Barajas, que está acusado en el juzgado de agresión sexual. Además de esa denuncia, nuestra compañera Ana Requena habló con otras dos mujeres que sufrieron episodios muy incómodos con este mismo acusado. Es una obviedad, pero conviene recordarlo: en elDiario.es no publicamos rumores: solo aquello que podemos demostrar su veracidad.

Pero volvamos a Errejón. Y a lo que este golpe supone para la imagen de Sumar –una coalición que queda muy tocada, y que ya acumulaba numerosos problemas previos, como acreditan las encuestas–.

Para muchos políticos, los testimonios de las distintas mujeres relatando ese comportamiento del exportavoz de Sumar y esa falta de empatía con ellas no ha sido una sorpresa. Algo que desligan de la denuncia de la actriz Elisa Mouliaá, que nadie en su partido se esperaba.

“La primera vez que supe de un rumor sobre Errejón fue porque una amiga me contó que había tenido un incidente turbio. Fue en 2017, siendo líder de Podemos y aprovechándose de esa situación”, explica un dirigente de Unidas Podemos. “Todos ellos sabían lo de Errejón. Otra cosa es que no tuvieran pruebas, aunque alguno –los más próximos a Errejón– seguro que sí”. 

En apenas unos días, el Gobierno de coalición ha recibido dos mazazos en dos puntos muy sensibles. El feminismo, con el escándalo Errejón. Y también la lucha contra la corrupción, con la imputación del exministro José Luis Ábalos en el Tribunal Supremo.

Ambos han sido apartados, es cierto. Uno ha entregado el acta de diputado y deja del todo la política. El otro sigue aún en el grupo mixto, para protegerse como aforado. En ambos casos, sobrevuela la misma pregunta. ¿Por qué ahora y no antes? ¿Hasta qué punto sabían en sus partidos todo lo que sobre ellos sabemos hoy?

Lo dejo aquí por hoy. Espero que tengas un buen fin de semana. Gracias por tu apoyo a elDiario.es

Un abrazo,

Ignacio Escolar

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