El partido pone en marcha una serie de protocolos para tratar de evitar que estas situaciones se repitan, con todo el espacio político tocado por un caso que ha ido creciendo desde la dimisión del exportavoz
Sumar admite fallos de “detección y prevención” en el caso de Errejón y pide perdón
Unos minutos después del mediodía los portavoces de Movimiento Sumar aparecen ante las cámaras en el Espacio Larra de Madrid, en la sede improvisada para la primera rueda de prensa tras la dimisión de Íñigo Errejón y la denuncia por agresión sexual que puso unas horas más tarde la actriz Elisa Mouliaá contra él. Ernest Urtasun, Lara Hernández, Elizabeth Duval, Paula Moreno y Amanda Andrades se ponen ante los micrófonos, todavía en medio del estado de shock en el que la renuncia y el hilo de testimonios que han aparecido después ha dejado a los dirigentes del partido y de la coalición.
Las primeras palabras del ministro de Cultura y portavoz del partido son para las mujeres “que han sufrido acoso y violencia sexual” por parte de Errejón. Después asume los errores de su organización en la “detección y prevención” de lo ocurrido, y cede la palabra a la portavoz de Feminismos, Amanda Andrades, para que explique las primeras medidas que tomarán.
A Andrades le tiembla la voz al empezar a hablar. “Mis primeras palabras van a ir dirigidas a aquellas mujeres que han sufrido violencia sexual por parte de nuestro portavoz. Como mujer feminista y resposable de feminismo empatizo con vuestro dolor y vuestro sufrimiento y repito que nos ponemos a vuestra disposición”, dice. Las medidas que anuncia tienen que ver con una mejora de los procedimientos para establecer canales de comunicación seguros y mecanismos de “reparación, apoyo y acompañamiento” a quienes se hayan visto afectadas.
Pero esos protocolos, según lamentan algunas fuentes del propio partido, llevaban aprobados desde la asamblea constituyente de Sumar en Villaverde y no se activaron. “Llevamos un tiempo trabajando en ello para poner en marcha estas formaciones, hasta ahora no ha sido posible, hemos vivido todo un proceso de desarrollo organizativo y las diversas elecciones que hemos tenido pero llevamos un tiempo trabajando para que esto se haga lo antes posible”, justifica Andrades.
En la rueda de prensa no hay más anuncios que la activación de todas estas medidas que faltaban por activarse desde el pasado marzo y muchas preguntas apuntan a otros posibles casos previos de los que Sumar podría haber tenido conocimiento. Urtasun trata de dejar claro que no. Las primeras informaciones que les llegan son las denuncias anónimas que aparecieron el martes en la cuenta de Instagram de Cristina Fallarás, que hablaban de maltrato psicológico y de comportamientos machistas que en Sumar asociaron inmediatamente a Errejón.
“Si las informaciones las hubiésemos sabido antes, Errejón habría salido mucho antes. Los mecanismos fallaron como es evidente”, responde Urtasun. En las últimas horas, tomó relevancia un hilo anónimo en Twitter, publicado en verano de 2023, antes de la campaña de las generales, que relataba cómo el exdirigente había tocado el culo a una chica y su amiga y diputada autonómica de Más Madrid había tratado de “mediar” con ella para evitar que lo denunciara públicamente.
En aquel momento Movimiento Sumar solo existía como partido instrumental para la coalición que se acababa de armar de cara a las generales y Errejón pertenecía únicamente a Más País. Ese hilo de Twitter circuló entre los principales dirigentes de los partidos, en los equipos de campaña, pero horas o días después fue borrado y el asunto no tuvo mayor repercusión. Así lo relatan algunas personas que formaban parte del equipo de campaña y lo reconoció estos días la exdirigente de Sumar María Eugenia Rodríguez Palop. “Sabemos que había otros anónimos previos de junio de 2023 en el que se señalaba a Errejón por conductas similares y es evidente que no se le prestó la atención que se debió haber prestado”, dijo en una entrevista en la Cadena SER.
Tras la dimisión de Errejón, salieron algunas informaciones que señalaban a Arenillas por aquella denuncia y la ejecutiva de Más Madrid pidió su cese este viernes a última hora. El partido afirma en un comunicado que le pidieron explicaciones en aquel momento y dieron por cerrado el caso.
Pero a la vista de los acontecimientos de estos días entendieron que la diputada autonómica y portavoz de Mujer no había actuado correctamente. Poco después de ese comunicado, Arenillas anunció que dejaba el acta, negó haber mediado para encubrir el caso, explicó que puso los hechos en conocimiento de la entonces secretaria de Organización y hoy portavoz en la asamblea, Manuela Bergerot, y denunció ser un “chivo expiatorio” para su propia organización.
Fuentes de Sumar que estaban en aquel momento, durante la campaña, recuerdan que se pusieron en contacto con Más Madrid, que les comunicó días más tarde que habían abierto una investigación y luego la habían cerrado sin mayores consecuencias. Eso junto con el borrado del hilo apaciguan los rumores internos, aunque esas mismas voces reconocen que parte de los errores de “detección” tienen que ver en concreto con no haber hecho más esfuerzos por investigar aquella denuncia.
Sumar y Más Madrid tratan de digerir así un escándalo que golpea con fuerza a esas dos formaciones y a la izquierda en general. La formación madrileña tiene previsto brindar una rueda de prensa el próximo lunes para dar más detalles y el grupo parlamentario de Sumar se reunirá ese mismo día por la tarde, de urgencia, para analizar la situación y tratar de reordenar la organización en el Congreso. En ella está previsto que comparezca Yolanda Díaz, que vuelve esta madrugada de su viaje a Colombia.
De momento la gestión de la crisis ha despertado algunas críticas internas. “A mi juicio no se está poniendo el foco donde hay que ponerlo, que es primero en las mujeres dañadas, y luego hay que cambiar las estructuras. Y no veo a la gente revisándose sino que veo a las personas poniendo los cuchillos en alto”, reflexiona una dirigente del espacio, que ve en la rueda de prensa de Sumar una impotencia absoluta. “Hubiera asumido con más precisión que hay una parte de la responsabilidad que es de la propia estructura machista. El caso de Errejón es un síntoma de un sistema que está muy mal en las organizaciones políticas. Hay unas relaciones de poder tan categóricas que hacen que un sujeto abusador pueda llegar a ser portavoz”, argumenta, para razonar que cuando la organización está por encima de todo “los protocolos no sirven”. “Hay algunos hombres que algunas llevamos mucho tiempo a nivel interno diciendo que son maltratadores y a los que se les ha permitido hacer”, lamenta.
Algunas de las formaciones que integran ese grupo, como Compromís, prefieren esperar a la semana que viene para hablar sobre el asunto pero otros partidos como Izquierda Unida ya han avisado de que la sucesión de Errejón tiene que darse de manera democrática. En unas declaraciones a la prensa en Baleares, el coordinador general de Izquierda Unida, Antonio Maíllo, ha pedido una “gran reestructuración en todos los sentidos” del grupo y “medidas de cirugía radical”, esto es, que se haga de forma democrática. Fuentes de esa dirección reconocen el “shock comprensible” de la noticia y critican en algunos aspectos la gestión política que están haciendo desde el jueves tanto Más Madrid como Sumar.
Otros diputados avisan abiertamente de que van a pedir explicaciones en esa reunión no solo de lo que se sabía exactamente sobre Errejón, sino de por qué se tomó la decisión de elevarlo a portavoz. “Si había esos antecedentes de junio de 2023 me sorprende que ahora se diga que no tenían conocimiento”, explica el diputado de Sumar, Francisco Sierra, que fue en las listas como independiente, en la cuota de Movimiento Sumar y que se integró en el Grupo Coordinador en la asamblea constituyente de Sumar, cuando el proyecto todavía tenía la vocación de ser el paraguas de un frente amplio de partidos.
Sierra saluda la respuesta de Movimiento Sumar, pero señala a su núcleo duro, a Yolanda Díaz y a Ernest Urtasun, por haberlo colocado como portavoz en su momento, sin someterlo, dice, a una votación en el grupo. En aquel momento esa decisión se ratificó una vez que la habían publicado varios medios. “Cuando ahora dicen que han fallado, lo que ha fallado es que no ha habido organización, ni desarrollo de esos protocolos. No ha habido nada”, lamenta sobre las dificultades que ha tenido Sumar para articularse orgánicamente en los últimos meses.
Jorge Pueyo, de Chunta Aragonesista, también censuró en las últimas horas la gestión que ha hecho Sumar sobre la dimisión de su portavoz. “La noticia me pilló mientras hacía una entrevista en El Mundo. Sumar no había compartido con el grupo ninguna información de que esta dimisión se iba a dar, estoy asqueado, enfadado y, sinceramente, desilusión”, escribió en sus redes sociales.
El proceso que llevó a la dimisión de Errejón se gestionó, efectivamente, entre un núcleo pequeño de dirigentes de Movimiento Sumar, tras las críticas de diputadas y trabajadoras del grupo parlamentario y la presión de la dirección de Más Madrid, que pidió su cese tras una reunión de urgencia. La secretaria de Organización del partido del exportavoz, Lara Hernández, se puso por primera vez en contacto con él para pedirle explicaciones el miércoles y ese día por la tarde reconoce los hechos en una primera llamada con Yolanda Díaz.
La dimisión se produce un día después, tras una segunda llamada de la vicepresidenta segunda, ya de viaje oficial en Colombia, en la que el imperativo es categórico: si no renunciaba, la dirección exigiría su cese. Errejón, según cuentan algunas fuentes al tanto de ese proceso, no se resistió porque el ruido interno que habían despertado las denuncias era ya irreversible.
Pero en Sumar reconocen que tras la dimisión del ya exportavoz la denuncia de la actriz Elisa Mouliaá, la primera que habla con nombres y apellidos de una agresión sexual, y los testimonios anónimos como el que ha publicado este diario que se suceden desde entonces, se produce un punto de inflexión. Primero porque la gravedad de lo que se cuenta excede a las explicaciones que brinda el exportavoz, que había admitido la denuncia del post de Fallarás pero que aclara que nunca ha cometido ningún delito y vaticina que no habría denuncia judicial.
Por eso las informaciones que suceden a la dimisión son un golpe para Sumar que va creciendo con los días. El portavoz había dimitido con un comunicado que no aprueba la ejecutiva y que manda en medio de la reunión, lo que obliga a salir al partido con otro comunicado cuyo contenido queda también pequeño en relación a las denuncias que se van conociendo posteriormente. El estado de shock permanece entre los dirigentes del espacio, que tratarán de recuperar el paso a partir del lunes.
“Soy muy consciente del daño que hace al espacio político, la cuestión es la salida que le demos porque si no hay una salida audaz nos situamos en un margen en el que no hay nada que hacer”, dice la dirigente del espacio consultada por este diario. Otras voces lanzan un mensaje en distinta dirección: “No puede ser que esto solo se mida por el impacto político, hemos sido la primera organización que fuerza una dimisión de este tipo sin necesidad de una denuncia pública y en los juzgados”.