Los jets de los 23 más ricos del mundo emiten anualmente tanto CO₂ como una persona media en 300 años

Los aviones privados de los 23 ‘súper ricos’ emitieron una media de 2.074 toneladas de carbono en 2023, según un informe de Oxfam que señala que el 1% más rico es responsable de la mitad de las emisiones del sector aéreo

La UE ve difícil cumplir con sus objetivos verdes en plena ‘fatiga’ ambientalista

Los jets de los 23 ‘superricos’ mundiales dejaron en 2023 la huella de carbono equivalente a la que cualquier ciudadano medio dejaría en 300 años de vida o en 2.000 años en el caso de una persona de las más pobres del planeta. Estos aviones se van a una emisión media de 2.074 toneladas de carbono, según revela un análisis realizado por la organización Oxfam, que apunta a que el 1% de la población más rica es responsable de la mitad de las emisiones del sector aéreo mundial. Algunos gobiernos europeos quieren poner coto a la aviación privada, que se ha disparado en las últimas dos décadas, al mismo tiempo que la emergencia climática ha ido haciendo estragos.

Oxfam analiza los 23 jets declarados por los 50 ‘superricos’, que de media volaron 184 veces, que supusieron 425 horas en el aire a lo largo de 2023. “Esto equivale a que cada uno de ellos le dio la vuelta al globo diez veces”, ejemplifica la organización, que pone como ejemplo al magnate Elon Musk, que tiene dos aviones privados. En su caso, emitió 5.497 toneladas de C02, que una persona media consumirá en 834 años y la cifra aumenta a 5.437 años en el caso de alguien perteneciente al 50% de la población más pobre.

Además de en el aire, el impacto climático de los yates en el mar, cuyo número se ha duplicado desde el año 2.000, es incluso mayor. El análisis de la organización se ha realizado sobre los 23 ‘superyates’ de 18 multimillonarios y concluye que emitieron una media de 5.672 toneladas de carbono.

‘Patio de recreo’ ambiental

“Los ‘superricos’ de Europa tratan nuestro planeta como su patio de recreo personal. Sus sucias inversiones, sus jets privados y sus yates no son solo símbolos de excesos, sino que están alimentando la desigualdad, el hambre e incluso la muerte”, afirma Chiara Putaturo, experta en fiscalidad de Oxfam en la UE.

El informe de Oxfam se publica a las puertas de que comience la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2024 (COP29), que se celebrará en Bakú (Azerbaiyán), y en la que se reunirán la inmensa mayoría de gobiernos del mundo para buscar fórmulas con las que mitigar la emergencia climática en un momento en el que las emisiones no paran de crecer, en vez de reducirse. El secretario general de la ONU, António Guterres, advirtió recientemente de que el planeta está en la “cuerda floja” después de que los gases de efecto invernadero crecieran un 1,3% el pasado año, alcanzando cifras nunca antes registradas.

Pero la propia ONU advierte de que sin solo un recorte liderado por el G20 (los países más desarrollados y emergentes) permitirá reducir el calentamiento global. Oxfam pone el foco, además, en el 1% que más tiene y que más contamina y les acusa de estar en una suerte de círculo vicioso al enriquecerse gracias a inversiones en los sectores que provocan una mayor polución. “Casi el 40% de las inversiones multimillonarias analizadas en la investigación de Oxfam se realizan en sectores altamente contaminantes: petróleo, minería, transporte marítimo y cemento. Las emisiones totales de las inversiones de 36 de los multimillonarios más ricos de la UE equivalen a las emisiones anuales de más de 4,5 millones de europeos”, recoge la organización.

“Si el mundo continúa con sus emisiones actuales, el presupuesto de carbono (la cantidad de CO₂ que aún puede añadirse a la atmósfera sin provocar un aumento de la temperatura global superior a 1,5 °C) se agotará en unos cuatro años. Sin embargo, si las emisiones de todo el mundo fueran iguales a las del 1% más rico, el presupuesto de carbono se agotaría en menos de cinco meses. Y si todo el mundo empezara a emitir tanto carbono como los jets privados y los ‘superyates’ del multimillonario medio, se agotaría en dos días”, alerta.

Oxfam reclama impuestos a los ricos, ya no solo como medida recaudatoria sino como fórmula para reducir sus emisiones. “Un impuesto del 60% sobre las rentas del 1% de los más ricos a escala mundial reduciría las emisiones equivalentes a más de las emisiones totales del Reino Unido en 2019”, asegura el informe, que también aboga por “aplicar un tipo impositivo adicional más elevado a la riqueza y a los ingresos (individuales y empresariales) procedentes de inversiones contaminantes para luchar específicamente contra la contaminación por carbono”.

Publicaciones relacionadas