La concentración de los gases de efecto invernadero marcó un nuevo récord en 2023: la acumulación no había sido nunca tan rápida en la historia de la humanidad, avisa la Organización Meteorológica Mundial
¿Dónde se calienta más el mundo en un año de récords de temperatura?
La concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera sigue disparada: los niveles de CO2, metano y óxido nitroso en 2023 marcaron otro máximo lo que condena al planeta a “muchos años de aumento de temperaturas”, según el último Boletín de la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
En 2023 se combinaron las elevadas emisiones por la quema de combustibles fósiles, enormes incendios forestales (una consecuencia del cambio climático) y una posible reducción en la absorción de carbono por parte de los bosques (saturados de captar el CO2 lanzado por las actividades humanas), para que el nivel de este gas alcanzara las 420 partes por millón (ppm) de media anual.
Estos niveles son un territorio desconocido para los seres humanos ya que la última vez que el planeta registró una concentración comparable de CO2 fue hace entre tres y cinco millones de años. En ese contexto la temperatura global del planeta era entre 2ºC y 3ºC más alta y el nivel de mar entre 10 y 20 metros por encima del actual.
Evolución de la concentración media de CO2 en la atmósfera en ppm
Junto al dióxido de carbono, la cúpula de gases que atrapan el calor del Sol y lo retienen en la Tierra se completa, sobre todo, con el metano y el óxido nitroso (N2O). Ambos marcaron picos históricos el año pasado, según los datos de la OMM. El metano (CH4) está ya un 265% más alto que en la época preindustrial (1750) y el oxido nitroso un 125%.
Esa cúpula, o costra gaseosa, cada vez más densa atrapa la radiación solar que debería escapar al espacio exterior tras rebotar en la Tierra. Esa radiación (calor) atrapada sube la temperatura global del planeta y altera el clima. A partir de ahí se desencadenan los efectos de la crisis climática.
Otro año, otro récord. Esto debería hacer saltar todas las alarmas entre las instancias decisorias. No hay duda de que estamos muy lejos de cumplir el objetivo del Acuerdo de París
La velocidad a la que se está engordando la capa de efecto invernadero no tiene precedente. En los últimos 20 años, la concentración de CO2 ha crecido un 11%. “La acumulación no había sido nunca tan rápida en la historia de la humanidad”, especifica el Boletín.
“Otro año, otro récord. Esto debería hacer saltar todas las alarmas entre las instancias decisorias. No hay duda de que estamos muy lejos de cumplir el objetivo del Acuerdo de París”, cuenta la secretaria general de la OMM, Celeste Saulo.
Porque mientras continúen las emisiones, los gases de efecto invernadero seguirán acumulándose en la atmósfera y eso conlleva, sin duda, una subida de temperaturas globales. Con el nivel actual, la subida de temperaturas ya persistirá durante decenios debido a que el CO2 permanece en la atmósfera “periodos extremadamente largos”.
Además, a medida que sigue bombeándose gases ligados al sistema de producción y consumo actual, “corremos el riesgo de vernos atrapados en un círculo vicioso: el propio cambio climático podría convertir los ecosistemas en importantes fuentes de gases de efecto invernadero en lugar de sumideros”, explica, la secretaria adjunta de la organización, Ko Barrett.
Hasta ahora, los datos indican que algo menos de la mitad de las emisiones de CO2 permanece en la atmósfera, el océano absorbe algo más de una cuarta parte, y los ecosistemas terrestres, algo menos del 30 %. El cículo vicioso del que avisa Barret cambiaría este equilibrio.
Los planes nacionales para el clima se quedan cortos
Sin embargo, cuando quedan pocas fechas para comenzar la Cumbre del Clima (COP29) en Azerbayán, la revisión de los planes climáticos presentados por los países (los NDC) que hace la ONU indica que, todos juntos, conseguirían recortar las emisiones en 2030 solo un 2,6% respecto a los niveles de 2019. En otras paralabras: se quedan un 43% cortos si se pretende cumplir el Acuerdo de París.
Los estados están preparando nuevos planes para presentar el año próximo asi que, insiste el análisis, hasta ahora “solo se constata un progreso marginal desde el año pasado. Una fracción de lo que se espera y es urgentemente necesario”.
“Los planes nacionales actuales se quedan cortísimos respecto a lo que se precisa para detener el calentamiento global. El progreso realizado hasta ahora es muy pequeño comparado con lo que se espera conseguir el año que viene”, ha dicho el secretario ejecutivo de la Convención de Naciones Unidas para el Cambio Climático, Simon Stiell.