El banco tiene prevista para este miércoles la reunión de su consejo de administración, donde se tratará la marcha de su presidente ejecutivo y los resultados de la entidad hasta septiembre
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El presidente de CaixaBank, José Ignacio Goirigolzarri, va a presentar su renuncia voluntaria al cargo en el consejo de administración que la entidad celebrará de forma previa a la presentación de resultados, que tendrá lugar mañana, según ha adelantado el diario ‘La Vanguardia’.
La entidad financiera no confirma a elDiario.es la marcha del presidente de Caixabank. Sí que explica que este miércoles está prevista la reunión de su órgano de dirección.
Sin embargo, otras fuentes sí apuntan que su salida va a ser uno de los temas que se traten durante la cita del consejo de administración, además de los resultados que mañana presentará la entidad.
Goirigolzarri ejerce una presidencia de carácter ejecutivo, un cargo con poder decisión que al Banco Central Europeo (BCE) le genera dudas por concentrar funciones ejecutivas y de representación, que prefiere que recaigan sobre el puesto de consejero delegado. Esto es habitual en la banca española. Santander y BBVA, mantienen este puesto de presidente ejecutivo, que ocupan Ana Botín y Carlos Torres, respectivamente.
El 17% de Caixabank es del Estado
Jose Ignacio Goirigolzarri es presidente ejecutivo de CaixaBank desde 2021, cuando la entidad absorbió a Bankia, donde también ocupaba el cargo de presidente desde el año 2012. La integración de ambas entidades creó el mayor banco del mercado español.
El 17% del accionariado de Caixabank está en manos del Estado a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB). Una participación que tiene visos de continuar en el tiempo, a pesar que el Estado tendría ir liquidando su participación a finales de 2025. Sin embargo, esa fecha puede ampliarse para maximizar el valor de la participación y sus dividendos.
“Caixabank se ha revalorizado un 50% en el último año y un 250% desde la fusión”, aseguró hace unas semanas el presidente del FROB, Álvaro López Barceló, durante una comparecencia en el Congreso. “Desinvertir [antes] hubiera supuesto menores ingresos y menor recuperación de ayudas públicas”. De ahí, explicó el presdiente del FROB, la necesidad de valorar el potencial al alza de la acción, el valor de la entidad, la capacidad de absorción de la demanda, la perspectiva de cobro de dividendos y la volatilidad del mercado en cada momento.