Los pasos de Carlos Mazón durante la jornada de la catástrofe de la DANA del pasado martes 29 de octubre es la principal clave para desentrañar qué falló en la actuación de la Generalitat Valenciana. Todas las fuentes consultadas por este diario durante esta semana trágica —ya sean del PP, del Ejecutivo valenciano o de varias agencias implicadas en la respuesta a la catástrofe— coinciden en que Mazón llegó extremadamente tarde (hacia las 19.30) a la primera reunión del Centro de Coordinación Operativa Integrada (Cecopi) en l’Eliana, epicentro de la respuesta a la emergencia. Cuando llegó, con una situación totalmente descontrolada, aún retrasó más el desarrollo del Cecopi al tener que explicarle los técnicos a Mazón la delicada situación. Lo cual, añadido a la nula agilidad de su consellera Salomé Pradas, propició que la alerta se enviara, ya con Mazón en el Cecopi, a las 20.12,