El multimillonario que se sacó porque nunca se había manchado las manos de grasa es quien se ha llevado buena parte de los votos de las clases trabajadoras estadounidenses. La abultada derrota de Kamala Harris ante Donald Trump ha confrontado a los demócratas con una realidad difícil de digerir: ya no conectan con la , como diría Pulp. O, , una de las voces más a la izquierda del partido: “No debería sorprendernos demasiado que un Partido Demócrata que ha abandonado la clase trabajadora descubra que la clase trabajadora le ha abandonado a él”.