Cuesta creer que alguien que estuvo desaparecido durante las horas más críticas de la DANA; que cambió varias veces la versión sobre su paradero; que telefoneó al alcalde de Cullera “en tono alegre y frívolo”; que ha sido desmentido por la AEMET, la CHJ y la UME y que no ha pedido perdón aún, pueda mirar a los ojos de los valencianos. ¿No le resulta insoportable el dolor, la culpa o la vergüenza?
y caerá Salomé Pradas (consejera de Justicia e Interior y responsable de emergencias). La primera despreció/insultó a las víctimas de la DANA unas horas después de la tragedia de Valencia cuando, con cero empatía, les pidió que se quedaran en sus casas y no acudiesen al pabellón habilitado por la Generalitat como morgue a pedir información sobre sus familiares. La segunda admitió en una entrevista en Á Punt, la televisión pública valenciana, que desconocía que existiera un instrumento para mandar alertas a los móviles de los ciudadanos y advertir del riesgo de inundación.
Cayó Nuria Montes (consejera de Industria)El presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, que no reconfortó ni a propios ni a extraños cuando compareció ante las Corts, como había pronosticado Feijóo,