Después de la tormenta, llega la calma. , los eurodiputados se marcharon a casa el jueves y, más allá de los contactos discretos, los decibelios han bajado considerablemente. Todas las partes buscan ‘in extremis’ sortear un bloqueo en la UE y salvar la votación del nuevo Colegio de Comisarios, que está prevista para la próxima semana en Estrasburgo. Para ello, los seis vicepresidentes designados por Ursula von der Leyen, entre ellos la española Teresa Ribera, deben recibir el visto bueno de sus correspondientes comisiones parlamentarias, un procedimiento que por ahora está suspendido hasta que haya un acuerdo entre las tres familias que forman la coalición que ‘gobierna’ en la UE.