El Gobierno tiene más socios en el Congreso de los que puede digerir

El PSOE se ve obligado a hacer equilibrios arriesgados en sus relaciones con sus socios de izquierda y con Junts y el PNV y puede pegarse un gran tortazo con la prórroga de los impuestos a la banca y las eléctricas

Banca, energéticas, sociedades: qué partidos apoyan (y cuáles no) los impuestos de la reforma del Gobierno

Aunque no fuera Bismarck quien la utilizó, la frase no ha perdido vigencia. Las leyes son como las salchichas. Es mejor no ver cómo se hacen. El espectáculo no es bonito. En ocasiones, puede ser hasta espantoso. Vale para cualquier norma aprobada por el Parlamento y es más apropiada cuando debe ser pactada por partidos políticos con ideas muy diferentes. No es sólo una cuestión de imagen, que también. Puede ser un síntoma de algo peor, como desvelar la impotencia de un Gobierno en el juego parlamentario.

La prórroga de los impuestos a la banca y a las grandes eléctricas es el escollo con el que se topó de bruces el Gobierno en la noche del lunes. La sesión de la Comisión de Hacienda se suspendió a las 18.30, supuestamente durante unos pocos minutos, para que prosiguieran las negociaciones en privado entre el PSOE y toda la pléyade de socios de intereses ideológicos opuestos. El “receso” se prolongó durante mucho más de tres horas. Les hubiera dado tiempo a los diputados a irse a cenar y pasar más tiempo de sobremesa que lo habitual en Carlos Mazón.

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